
México insiste en negociar: Sheinbaum busca acuerdos sin confrontar a EU
La presidenta Claudia Sheinbaum evita responder con medidas arancelarias a las tarifas impuestas por Estados Unidos. En su lugar, ha optado por un camino más diplomático: mantener el diálogo abierto con la administración de Donald Trump. La mandataria asegura que el objetivo es proteger sectores clave sin dinamitar la relación bilateral.
Una estrategia de contención frente a los aranceles
Diálogo como primera línea de defensa
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum subrayó que México no ha replicado con aranceles a las medidas unilaterales de Washington. En su lugar, hay mesas de trabajo activas que incluyen a representantes del sector automotriz, del acero y del aluminio.
“No se trata de responder con la misma moneda, sino de encontrar una salida beneficiosa”, puntualizó la presidenta.
Estas industrias, que se consideran prioritarias para el desarrollo económico nacional, han sido afectadas pese a estar cubiertas por el T-MEC.
Sectores bajo presión
Aunque el tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá sigue vigente, Trump impuso tarifas que presionan a los productores nacionales. Sheinbaum reconoce el golpe, pero apuesta por evitar una escalada:
- Automotriz: clave en exportaciones y empleo en el norte del país.
- Aluminio y acero: fundamentales en cadenas de valor regionales.
- Inversiones: en riesgo si se recrudece la tensión comercial.
Confianza en el T-MEC y el flujo de inversiones
La base legal que aún protege a México
Sheinbaum sostuvo que el T-MEC es un pilar que sigue atrayendo inversión extranjera directa. Gracias a esta certidumbre jurídica, los flujos de capital hacia el país se mantienen robustos, incluso en medio de incertidumbre diplomática.
“Hay más de 200 mil millones de dólares en portafolios de inversión activos”, destacó la mandataria.
Entre los inversionistas, hay tanto empresas nacionales como extranjeras, interesadas en expandirse pese al contexto de tensión con Washington.
Una apuesta pragmática
La presidenta también remarcó que no todos los países cuentan con la misma apertura al diálogo. México, según ella, está aprovechando esta ventaja para evitar una guerra comercial que perjudique a su economía.
Entre la diplomacia y la presión: lo que está en juego
Sheinbaum ha trazado una línea política clara: evitar confrontaciones abiertas con su principal socio comercial. Esto puede ser leído como una señal de pragmatismo o como una postura cautelosa ante un posible regreso de Trump al poder.
La balanza entre firmeza y diplomacia será clave para determinar si México logra mantener el equilibrio entre crecimiento económico y soberanía comercial. De momento, el gobierno federal opta por mantener la calma y abrir puertas antes que levantar muros.