La organización TerraVida exige detener el proyecto «Puerta al Mar» en Quintana Roo, denunciando tala de manglar y obras irregulares de la Defensa Nacional dentro de la Reserva de Sian Ka’an. ¿Se repite la historia del Parque del Jaguar?
Impacto ecológico y legal de «Puerta al Mar»
La organización ambiental Territorios Diversos para la Vida (TerraVida) ha solicitado formalmente a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) que niegue la autorización al proyecto “Puerta al Mar”, impulsado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Defensa) en Vigía Chico, Felipe Carrillo Puerto. La razón principal: graves violaciones a la legislación ambiental vigente.
- El proyecto carece de autorización de impacto ambiental.
- Se han realizado cambios de uso de suelo sin permisos.
- Las obras iniciaron hace dos años.
Como antecedente, la Defensa presentó el trámite en diciembre de 2024, pero su evaluación fue suspendida en abril y retomada en julio.
Sian Ka’an en riesgo
El proyecto «Puerta al Mar», vinculado al Tren Maya, amenaza la Reserva de la Biosfera de Sian Ka’an. TerraVida denuncia que busca replicar el modelo de control militar del Parque del Jaguar en Tulum, con la posible privatización del acceso a las playas.
Las implicaciones del proyecto
Viridiana Maldonado, de TerraVida, advierte que el proyecto va más allá de la mejora del camino a Vigía Chico. Se trata de un complejo turístico a gran escala dentro de la zona de amortiguamiento de la reserva, que incluye:
- Ampliación del camino artesanal.
- Construcción de un muelle y malecón.
- Áreas de servicios turísticos (restaurantes, zona comercial, etc.).
- Estacionamiento para más de cien vehículos.
- Una puerta de acceso controlada por personal militar.
Acceso restringido y privatización
TerraVida denuncia que esta puerta sustituiría el acceso actual administrado por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), transfiriendo el control a la Defensa Nacional. Este modelo ya se ha implementado en el Parque del Jaguar, donde el acceso a las playas públicas es pagado.
Irregularidades y falta de consulta
El Ejército inició las obras hace dos años sin autorización, violando el Procedimiento de Evaluación de Impacto Ambiental (PEIA). A pesar de las críticas de organizaciones y comunidades mayas, el proyecto continúa bajo el argumento de ser una «demanda» de la población indígena.
Rechazo comunitario y tala de manglar
Pobladores de Punta Allen y Rojo Gómez solicitaron una consulta pública, que se llevó a cabo el 15 de octubre. Viridiana Maldonado asegura que el 90% de los asistentes rechazaron las obras. TerraVida documentó la tala de manglar y vegetación costera sin permisos, lo cual está prohibido por la ley.
Militarización y control turístico
La Defensa justifica el proyecto como una forma de «abrir el acceso al mar» a las comunidades de Felipe Carrillo Puerto. Sin embargo, TerraVida denuncia que esto encubre un modelo de control turístico y recaudación, similar al del Parque del Jaguar. La agrupación advierte que la puerta controlada por la Defensa Nacional anticipa un acceso restringido o de pago, contrario al libre disfrute de los bienes nacionales.
¿Un precedente peligroso?
TerraVida exige que la Semarnat niegue la autorización ambiental al proyecto «Puerta al Mar», argumentando que contraviene los principios de legalidad y prevención ambiental. Autorizarlo sentaría un precedente que normaliza la construcción sin permisos y debilita el marco jurídico ambiental, consolidando un modelo de militarización y privatización de las áreas naturales protegidas. ¿Está el gobierno mexicano priorizando el desarrollo turístico sobre la protección del medio ambiente?