
¿Un respiro a las finanzas públicas? Hacienda proyecta menor pago de intereses en 2026
Después de cuatro años donde el gasto en intereses de la deuda pública rebasó el billón de pesos anuales, la Secretaría de Hacienda apuesta por un cambio de rumbo en 2026.
El motor detrás de esta previsión es la esperada disminución de la tasa de interés del Banco de México y un ajuste general en el gasto público. ¿Podrá el país sostener esta tendencia y liberar recursos para otras prioridades?.
El peso de la deuda: contexto de una década marcada por tasas altas
La escalada que lo cambió todo
Desde 2021, México entró en un periodo de endurecimiento monetario sin precedentes. El Banco de México, en su intento por contener una inflación desatada tras la pandemia, elevó su tasa de referencia del 4% hasta un pico de 11.25% en 2023.
Este movimiento, aunque necesario para estabilizar precios, tuvo efectos colaterales profundos sobre las finanzas del país.
Uno de los más visibles fue el aumento explosivo en el costo financiero de la deuda pública. En 2022, tras dos años de relativa calma, el pago de intereses creció un 10% y alcanzó los 815 mil 221 millones de pesos. Un año después, el salto fue aún más agresivo: 21.5% de incremento, superando por primera vez el billón de pesos.
Intereses por encima de la inversión
Desde 2023, más de un billón de pesos anuales se han destinado exclusivamente al pago de intereses. Para dimensionarlo: 10 de cada 100 pesos del presupuesto federal se van en atender obligaciones financieras. Estos montos superaron incluso la inversión física en infraestructura, un indicador clave de desarrollo económico a largo plazo.
En total, 4.4 billones de pesos se habrán destinado a este rubro al cierre de 2025, según cifras oficiales.
¿Qué cambia en 2026? La apuesta por una baja en tasas y déficit
Proyección de Hacienda: menos presión, más control
De acuerdo con los Precriterios Generales de Política Económica 2026, Hacienda estima que el gasto en intereses caerá 15.3% el próximo año, gracias a dos factores clave:
- La baja en las tasas de interés: actualmente en 9%, se proyecta que cierren 2025 en 8%.
- Reducción del déficit público: un compromiso que podría liberar presión sobre el endeudamiento.
En números concretos, el pago de intereses pasaría de 1.39 billones en 2025 a 1.21 billones en 2026. Esto significaría no sólo un ahorro directo, sino también una mejora en la proporción que este gasto representa del PIB: de 3.9% en 2025 a 3.2% en 2026.
Ajuste presupuestal general
No solo el servicio de la deuda se ajustará: Hacienda anticipa una reducción de 245 mil 900 millones de pesos en el gasto neto total en 2026 frente al presupuesto aprobado para 2025. Este recorte impactará también las participaciones federales y Adefas (Adeudos de ejercicios fiscales anteriores).
¿Es sostenible esta proyección? Riesgos y posibles desvíos
El factor externo: tipo de cambio y entorno global
Si bien las tasas están bajando, la depreciación del peso frente al dólar ya generó un ajuste al alza de 2,300 millones de pesos en el costo de la deuda para 2025. Este tipo de eventos puede revertir o disminuir los beneficios proyectados.
Además, el escenario internacional aún es incierto. Si Estados Unidos retrasa sus propias bajas de tasas, o si surgen nuevos shocks inflacionarios, Banxico podría verse obligado a pausar o revertir su política monetaria.
Endeudamiento histórico aún vigente
Aunque el flujo anual de intereses puede bajar, el saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público seguirá cerca de los 20 billones de pesos. Es decir, la carga estructural de la deuda continúa y cualquier alivio será relativo si no se acompaña de una estrategia sólida de crecimiento e inversión.
¿Qué significa para el sureste y el Caribe Mexicano?
Implicaciones regionales de un menor gasto en intereses
Para estados como Quintana Roo, Yucatán y Campeche, la liberación de recursos en el presupuesto federal podría traducirse en:
- Mayor inversión en infraestructura turística y conectividad, tras años de rezago.
- Incremento en participaciones estatales y municipales, aunque Hacienda anticipa ajustes también en este rubro.
- Oportunidades para programas sociales o ambientales, si se prioriza el desarrollo sostenible en la región.
Sin embargo, todo dependerá de cómo se asignen los recursos liberados, en un año políticamente clave por la transición presidencial.
¿Giro real o alivio temporal?
La proyección de Hacienda para 2026 abre la puerta a un posible respiro en las finanzas públicas, tras años de presiones intensas por el costo de la deuda. La clave estará en si las condiciones macroeconómicas acompañan y si el nuevo gobierno mantiene una política de disciplina fiscal sin sacrificar inversión.
El reto será convertir este espacio fiscal en desarrollo tangible, sobre todo en regiones estratégicas como el Caribe Mexicano, donde la deuda no solo es un dato macro, sino una realidad que compite con la necesidad urgente de infraestructura, resiliencia climática y justicia social.