
¿Menos horas, mismo sueldo? El plan que podría cambiar la vida laboral en México
En medio de una coyuntura nacional marcada por la discusión sobre derechos laborales, el gobierno federal lanza una propuesta que promete revolucionar la relación trabajo-vida: la jornada laboral de 40 horas sin reducción salarial.
El nuevo horizonte laboral en México
El impulso desde la Secretaría del Trabajo
Marath Baruch Bolaños López, secretario del Trabajo y Previsión Social, ha anunciado una estrategia clara: México se encamina hacia la implementación gradual de una jornada laboral de 40 horas semanales, sin sacrificar ingresos. Esta reforma, según el funcionario, busca replicar experiencias exitosas en otros países, donde la medida ha generado impactos positivos tanto para empleados como para empresas.
“Vamos a arrancar hacia el día 2 de junio (…) con reuniones en diversas ciudades del país”, declaró Bolaños, destacando el carácter participativo del proceso, que incluirá a empleadores, sindicatos, trabajadores y expertos académicos.
Un modelo basado en el consenso
No se trata de una imposición. Según Bolaños, los cambios laborales recientes han sido producto del diálogo social, y este nuevo paso seguirá la misma lógica. La transición hacia las 40 horas se plantea como una meta a alcanzar hacia enero de 2030, un plazo que permitirá adaptaciones y evaluaciones periódicas.
¿Por qué 40 horas? El respaldo internacional
Una medida con antecedentes exitosos
Bolaños subrayó que la reducción de la jornada laboral no es una ocurrencia aislada. Países como Francia, Alemania y Chile han adoptado esquemas similares con buenos resultados. Las métricas más citadas:
- Aumento de la productividad
- Mejoras en salud y bienestar mental
- Reducción de accidentes laborales
- Optimización de la organización interna del trabajo
Estos datos, respaldados por estudios internacionales, alimentan la expectativa de que México también pueda modernizar su modelo laboral sin afectar la competitividad.
Sin reducción salarial: ¿una utopía posible?
Uno de los puntos más sensibles de la discusión es el económico. ¿Puede realmente mantenerse el mismo salario con menos horas trabajadas? Para el secretario del Trabajo, la respuesta es sí. Y ese “sí” se basa en la experiencia comparada: la productividad no disminuye, y en muchos casos mejora.
Camino al 2030: ¿qué se viene?
Foros nacionales desde junio
A partir del 2 de junio de 2025, comenzarán encuentros multisectoriales en varias ciudades. Estas sesiones buscarán construir consensos y definir los mecanismos técnicos de la transición.
Los foros tendrán tres ejes:
- Viabilidad técnica y económica
- Experiencias comparadas
- Beneficios sociales y de salud
Este enfoque gradual y participativo busca generar condiciones favorables para que el nuevo modelo no sea solo letra muerta, sino una realidad aplicable en todo el país.
¿Qué significa para los trabajadores?
Mejores condiciones, más equilibrio
La reducción de la jornada semanal podría significar:
- Más tiempo para la vida familiar
- Mayor acceso a la formación continua
- Mejor salud física y mental
- Reducción del estrés laboral
En un país donde millones de personas pasan más de 48 horas semanales en sus empleos, esta transformación podría tener un impacto estructural en la calidad de vida.
Impacto en sectores clave
Aunque la medida beneficiaría a todos, los sectores con altas cargas horarias —como el comercio, la construcción o el turismo— podrían ser los más impactados. En lugares como Cancún o Playa del Carmen, donde la economía depende del trabajo intensivo, el desafío será encontrar formas de compensar la reducción horaria sin afectar los servicios.
¿Qué opinan los empresarios?
Entre la cautela y la adaptación
El sector empresarial ha mostrado posiciones encontradas. Mientras algunos líderes reconocen la necesidad de mejorar las condiciones laborales, otros temen un aumento en los costos operativos. Sin embargo, el enfoque gradual y el diálogo abierto podrían reducir resistencias.
“El objetivo es construir juntos un modelo laboral que funcione para todos”, reiteró Bolaños.
¿Y los sindicatos?
Una oportunidad histórica
Para las organizaciones sindicales, este es un momento clave. La jornada de 40 horas ha sido una demanda histórica y su posible aprobación sin recorte salarial representa una conquista de décadas.
Muchos sindicatos han comenzado a preparar diagnósticos internos y propuestas para presentar en los foros. Su reto será balancear aspiraciones con realismo operativo.
Un cambio estructural en marcha
México se encuentra en una encrucijada laboral. El anuncio de la reducción de jornada a 40 horas sin disminución de sueldo no solo implica una modificación técnica; representa una revisión profunda del contrato social que rige el mundo del trabajo.
Con un horizonte puesto en 2030, la medida abre un espacio para discutir cómo queremos vivir y trabajar. El proceso no será fácil ni rápido, pero marca un antes y un después en la política laboral mexicana.