Alejandro Peza/CARIBE PENINSULAR
CHETUMAL.- El arzobispo de la Diócesis Cancún-Chetumal, Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, confirmó que se ha reforzado la vigilancia en los templos católicos de la entidad, luego de que en los últimos meses se registraran innumerables robos en diferentes parroquias.
“Tenemos guardias, cosas que antes no se hacían, pero lo tenemos que hacer porque continúan los robos”, señaló el jerarca católico, al advertir que la situación preocupa a las comunidades religiosas, ya que los hurtos afectan tanto a la infraestructura como a objetos de valor destinados al culto.
El arzobispo precisó que, aunque la seguridad en los recintos sagrados nunca había sido una prioridad, las circunstancias obligaron a implementar medidas extraordinarias para proteger tanto a los fieles como al patrimonio de la Iglesia.
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Comentó que la mayoría de las iglesias católicas han contratado guardias para redoblar la vigilancia en las iglesias, además de que se han colocado cámaras de vigilancia, para evitar los robos que son cometidos en su mayoría por personas afectadas por adicciones.
«Esas personas imaginan que se van a encontrar mucho dinero en las alcancías pero no saben que cada ocho días se sacan las alcancías y no se pueden llevar gran cosa porque los padres ya saben y no dejarán que se lleven lo que hay», señaló.
Aunque dijo que hay ocasiones que los ladrones se llevan equipo de sonido de las iglesias, “en otras no encuentran nada pero aun así lo intentan”.
Declaró que los ladrones recurren a varias técnicas en sus robos en las que se incluye colocar un chicle en un hilo para intentar sustraer el dinero de las alcancías.
La Diócesis hizo un llamado a las autoridades y a la sociedad en general para cerrar filas contra la delincuencia, y subrayó la necesidad de preservar los espacios de fe como lugares seguros para la oración y la convivencia comunitaria.
