
Una cifra sin precedentes sacudió los pasillos del Instituto Nacional Electoral: 38 mil ciudadanos quedaron fuera del proceso de observación por militar en partidos políticos. En la elección judicial más vigilada de la historia reciente, el INE lanza un mensaje claro: la neutralidad es indispensable.
INE depura solicitudes y frena a 38 mil aspirantes por vínculos partidistas
De las más de 317 mil personas que manifestaron su deseo de participar como observadores electorales en la histórica elección judicial de 2025, el INE ha rechazado al menos 38 mil por su afiliación a partidos políticos. El proceso de revisión ha revelado que Morena encabeza la lista de rechazos, con más de 20 mil casos, lo que equivale al 55% del total de negativas.
Este control, según el instituto, es parte de una política estricta para blindar el proceso y evitar la intervención de actores políticos disfrazados de observadores ciudadanos.
Morena, el partido con más rechazos en el proceso
El partido gobernante, Morena, figura como el más afectado en la depuración. De su padrón de militantes, 20 mil 600 personas intentaron registrarse como observadores, lo que representa el 0.9% de su base total.
Le siguen:
- PRI: 5,336 rechazos (0.36% de su padrón)
- PVEM: 2,526
- PT: 1,280
- Movimiento Ciudadano: 1,270
- PAN: 1,257
En total, los rechazos se distribuyen entre todos los partidos políticos nacionales y también entre agrupaciones locales, donde se identificaron al menos 5,600 casos.
La consejera presidenta del INE, Guadalupe Taddei, enfatizó que aunque las cifras parecen elevadas en términos absolutos, no representan más del 1% de la militancia formal de ningún partido. Aseguró que el proceso es riguroso y se sustenta en pruebas y cruces de información.
“Ninguno de los partidos, con respecto a su padrón de militantes, rebasa el 1 por ciento… Para decir, como institución, que esto es una trampa, requerimos las pruebas del caso”, sentenció Taddei.
¿Qué implica este filtro del INE en la elección judicial?
El número de solicitudes y la exigencia de imparcialidad son signos de un interés inusitado en la elección judicial, un proceso que por primera vez en la historia reciente pone bajo la lupa al Poder Judicial.
El INE ha aprobado solo el 32.7% de las solicitudes recibidas, es decir, unas 104 mil personas. A pesar de los filtros, esta cifra ya marca un récord en la historia del organismo, desde que se creó la figura de observador hace tres décadas.
Esto sugiere un doble fenómeno:
- Alto interés ciudadano en el proceso electoral judicial, una muestra del momento político que vive el país.
- Intención de influir por parte de actores partidistas, lo cual obliga al árbitro electoral a reforzar sus mecanismos de depuración.
Evaluación en curso y uso de biometría electoral
El proceso de validación no ha concluido. En los próximos días continuará la revisión de solicitudes, ahora con un elemento adicional: la verificación de datos biométricos de las credenciales de elector.
Esta etapa permitirá al INE cruzar los datos de los aspirantes con el padrón electoral, los registros de militancia y los programas sociales. El objetivo: evitar que operadores políticos se cuelen en la observación electoral, práctica que ha sido denunciada en procesos anteriores.
La implementación de estas tecnologías muestra un giro institucional hacia una vigilancia más técnica y menos discrecional, que podría marcar un estándar para futuras elecciones, no solo en México sino en la región.
Un proceso inédito: entre la vigilancia ciudadana y la tentación política
La elección judicial de 2025 se desarrolla en un contexto de tensiones crecientes entre el Ejecutivo y el Poder Judicial, y la participación ciudadana se ha convertido en un terreno de disputa simbólica.
La cifra de solicitudes, sin precedente, muestra una sociedad más activa pero también una pugna de narrativas: ¿quién vigila al vigilante?
La depuración de 38 mil observadores —una cifra que supera por sí sola el número total de observadores en elecciones anteriores— pone de relieve el intento de los partidos por intervenir indirectamente en el proceso bajo la fachada de la observación.
El INE, bajo presión constante, busca con estas acciones reforzar su legitimidad y asegurar que la observación sea genuinamente ciudadana y no partidista.
¿Neutralidad o simulación en la elección judicial?
El rechazo de 38 mil solicitudes por militancia partidista no es solo un dato técnico. Es una señal de alerta sobre el grado de interés y presión que genera esta elección inédita. A la vez, refleja una voluntad institucional de proteger la neutralidad en un momento crítico para la democracia mexicana.
En los próximos días, el desenlace de la evaluación y la reacción de los partidos —especialmente Morena— podrían elevar el tono del debate. ¿Logrará el INE sostener el equilibrio en una elección sin precedentes? Lo cierto es que la vigilancia, esta vez, también será vigilada.