
México ya no esquiva el término: está en recesión técnica. Así lo confirma Citi, tras un nuevo reporte que señala dos trimestres consecutivos con caída del PIB. La economía mexicana, golpeada por factores internos y externos, enfrenta un escenario delicado.
¿Qué significa que México esté en recesión técnica?
Dos trimestres, un diagnóstico
El concepto de recesión técnica se refiere a una caída del Producto Interno Bruto (PIB) durante dos trimestres consecutivos. Según Citi, México cumplió este criterio: en el cuarto trimestre del año pasado la contracción fue de -0.5%, y en el primer trimestre de este año, de -0.4%.
Aunque no se trata de una crisis generalizada, este diagnóstico enciende alarmas, sobre todo por su contexto: un entorno internacional incierto, una política comercial volátil por parte de Estados Unidos y un freno en la inversión nacional y extranjera.
¿Qué factores provocaron la recesión?
Incertidumbre comercial con EE.UU.
Uno de los factores clave, según Julio Ruiz, economista en jefe de Citi México, es la política arancelaria del gobierno de Estados Unidos. La postura proteccionista de Donald Trump ha incrementado la incertidumbre, afectando directamente la toma de decisiones de inversión en México.
“Ya se han visto pausas en inversiones importantes”, advierte Ruiz. La expectativa para este año es una caída del -0.8% en la inversión.
Renegociación del T-MEC: una bomba de tiempo
Otro punto crítico es la renegociación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Aunque está pactada para 2026, Citi advierte que sería mejor adelantarla para dar certidumbre al mercado.
Mientras tanto, la presión de EE.UU. sobre México podría traducirse en mayores aranceles contra productos chinos o en reglas de origen más estrictas, lo cual podría transformar radicalmente la estructura de importaciones y manufactura mexicana.
¿Por qué importa este diagnóstico para el sureste de México?
El Caribe mexicano: inversión en pausa
El sureste del país, y en particular la región del Caribe mexicano, no está aislado de este contexto. Sectores clave como el turismo, la construcción y los servicios dependen de la inversión pública y privada. Con la caída del gasto y la incertidumbre comercial, los efectos podrían sentirse en la desaceleración de proyectos clave como:
- Desarrollo de infraestructura turística
- Proyectos hoteleros en expansión
- Nuevas rutas aéreas o marítimas
El Tren Maya en un entorno frágil
La obra insignia del gobierno federal, el Tren Maya, también está inserta en esta lógica. Aunque cuenta con presupuesto asignado, su viabilidad a largo plazo podría verse afectada si el entorno macroeconómico empeora o si el gobierno necesita recortar gastos para estabilizar finanzas.
¿Qué pronostica Citi para el resto del año?
Leve crecimiento… condicionado
A pesar del panorama complicado, Citi no espera que 2025 cierre en números rojos. El banco proyecta un crecimiento marginal de 0.2%, aunque advierte que esto dependerá de cómo evolucione la relación comercial con Estados Unidos.
“El escenario es frágil y muy sensible a decisiones políticas externas”, remarca Ruiz.
Esto quiere decir que un cambio repentino en la política arancelaria de EE.UU., o una nueva crisis internacional, podría empujar a México a un estancamiento mayor o incluso a una recesión prolongada.
¿Qué efectos puede tener esta recesión en la población?
Menor inversión, menos empleos
Cuando las inversiones se frenan, también lo hacen los proyectos de expansión y contratación. Aunque la recesión técnica aún no implica una crisis generalizada, sí podría derivar en:
- Menor generación de empleo
- Pérdida de poder adquisitivo
- Reducción de consumo interno
Esto se traduce en menor dinamismo económico, especialmente en regiones donde la economía depende del turismo, como Cancún, Playa del Carmen o Tulum.
La respuesta del gobierno: entre el optimismo y la cautela
Hasta ahora, el gobierno federal ha minimizado el impacto de esta recesión técnica. Sin embargo, expertos señalan que es momento de revisar las prioridades del gasto público y buscar certidumbre en la política comercial.
Una reacción tardía podría profundizar los efectos negativos, sobre todo si el entorno internacional se torna aún más volátil de cara a las elecciones en EE.UU.
¿Qué sigue para México?
México enfrenta una recesión técnica que, si bien no se traduce todavía en una crisis severa, sí marca una señal de alerta. El freno a la inversión y la presión comercial de EE.UU. son factores que podrían determinar el rumbo económico en los próximos meses.
Para regiones como el Caribe mexicano, que dependen del dinamismo económico nacional, esto representa un riesgo latente. Adelantar la renegociación del T-MEC, generar confianza en los mercados y mantener proyectos clave en marcha serán retos cruciales.