
Una hazaña fiscal en tiempos de desaceleración
A pesar de la desaceleración económica y sin una nueva reforma fiscal en puerta, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) logró una recaudación histórica en el primer trimestre de 2025.
El aumento del 17.8% respecto al mismo periodo del año anterior no sólo es inusual: marca uno de los mayores avances tributarios de las últimas décadas. ¿Cómo lo consiguió?
Contexto: una economía lenta y sin cambios estructurales
México en pausa económica
El arranque de 2025 ha sido tibio para la economía mexicana. Diversos indicadores del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) han reflejado una desaceleración en la actividad económica, golpeada por la incertidumbre electoral, el freno al consumo y un entorno global más restrictivo.
En este contexto, lo lógico habría sido una caída o, al menos, una estacionalidad habitual en la recaudación fiscal. Sin embargo, ocurrió lo contrario.
Sin reforma, pero con más ingresos
Desde 2015 no se había registrado un salto tan significativo en la recaudación. Aquel año, el gobierno de Enrique Peña Nieto impulsó una reforma fiscal que elevó los ingresos en 33.2%.
Hoy, sin cambios legislativos de fondo, el SAT logró captar un billón 522 mil 101 millones de pesos entre enero y marzo, superando incluso los recursos necesarios para cubrir todos los programas sociales del año.
Este monto representa un sobrecumplimiento del 102.5% con respecto a la meta establecida en la Ley de Ingresos de la Federación (LIF) para 2025.
¿De dónde viene el aumento?
ISR: el motor principal
El Impuesto sobre la Renta (ISR) fue el componente más fuerte del crecimiento. Durante el primer trimestre se recaudaron 901 mil 258 millones de pesos por este concepto. Es decir, 185 mil 130 millones más que el mismo periodo de 2024.
Este comportamiento sugiere una mejora notable en la fiscalización y cumplimiento voluntario, así como un aumento en la eficiencia administrativa del SAT.
IVA: también al alza
El Impuesto al Valor Agregado (IVA) también creció. Se registraron ingresos por 400 mil 444 millones de pesos, 81 mil 90 millones por encima del primer trimestre del año anterior.
Un crecimiento así, en un entorno económico adverso, apunta a una mayor vigilancia sobre el consumo formal y el comercio establecido.
¿Cómo lo logró el SAT?
Mejora en la eficiencia recaudatoria
Aunque no se ha aprobado una nueva reforma fiscal, el SAT ha fortalecido su capacidad operativa. A través de la digitalización, el cruce de datos y el uso intensivo de inteligencia artificial para detectar omisiones, la autoridad ha afinado sus mecanismos de fiscalización.
También se ha intensificado la vigilancia sobre grandes contribuyentes, una estrategia que ya se venía perfilando desde la segunda mitad del sexenio anterior.
Cultura fiscal y presión indirecta
Expertos señalan que el entorno político también ha influido. Con un gobierno enfocado en programas sociales y obras prioritarias, las empresas han optado por cumplir para evitar sanciones o revisiones.
Esta “presión moral” ha generado un entorno de mayor formalidad, especialmente entre contribuyentes medianos y grandes.
Comparativo histórico: ¿por qué es tan relevante?
Sólo dos momentos lo superan
En los registros de Hacienda, sólo existen dos trimestres con avances superiores:
- Primer trimestre de 1998: incremento del 19%, impulsado por la creación del propio SAT y los Fondos de Aportaciones Federales.
- Primer trimestre de 2015: aumento del 33.2%, tras la reforma estructural de Peña Nieto.
El salto de 2025, por tanto, es el tercer mayor aumento en más de 25 años, y el más alto logrado sin intervención legislativa ni cambios fiscales de fondo.
Implicaciones para el futuro fiscal de México
¿Es sostenible esta tendencia?
Los analistas fiscales y económicos ya discuten si este nivel de captación puede mantenerse a lo largo del año. En un entorno de desaceleración económica, mantener una curva ascendente requerirá no sólo eficiencia, sino también estímulos al crecimiento.
¿Reforma fiscal innecesaria?
La pregunta central es si México necesita una reforma fiscal. El gobierno ha evitado esta discusión por razones políticas, pero el aumento observado podría darle más margen de maniobra, al menos en el corto plazo.
Aun así, expertos advierten que la base tributaria sigue siendo reducida y que el país continúa dependiendo de ingresos no recurrentes, como los excedentes petroleros o remanentes del Banco de México.
Recaudación sin precedentes, ¿éxito temporal o nuevo modelo?
La recaudación histórica del SAT en el primer trimestre de 2025 marca un parteaguas. No se trata sólo de números, sino del mensaje que envía: es posible mejorar el ingreso público sin reformas impopulares, al menos temporalmente.
Sin embargo, la sostenibilidad de este modelo dependerá del entorno económico, la gobernabilidad y la capacidad institucional del SAT para mantener la eficiencia y confianza ciudadana.
México, un país históricamente rezagado en materia tributaria, podría estar ante una oportunidad de consolidar una nueva era fiscal, si sabe capitalizar este momento con visión estratégica.