
Redacción
PROGRESO, YUCATÁN.- El animal marino de gran tamaño que recaló muerto frente a la terminal remota del Puerto de Altura de Progreso no era ballena ni tiburón ballena.
La revisión preliminar de los restos del ejemplar arrojó datos más precisos y resultó un pez inofensivo y que se alimenta de plancton que filtra con la boca abierta bajo el agua.
“Fue un tiburón peregrino de nueve metros con un peso aproximado de siete toneladas…”, reveló el doctor Raúl Díaz Gamboa, coordinador del Programa de Investigación y Conservación de Mamíferos Marinos de Yucatán (PICMMY-UADY).
“Debido al estado de descomposición en el que se encontraba, no había indicios claros de muerte, pero tomamos muestras para hacer análisis de laboratorio”, puntualizó el experto.
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El equipo del doctor Díaz Gamboa trabajará horas extras en fin de semana para hallar más luz.
Por ahora, no hay fecha exacta para tener la información de las pruebas específicas y determinar si hubo causas naturales, enfermedad, impacto de barco, ataque depredador o si pudo haber sido víctima de contaminación.
En principio se pensó en un cetáceo adulto de unas 15 toneladas, más tarde se difundió que era un tiburón ballena.




La intervención diagnóstica aportó que es un tiburón peregrino (Cetorhinus maximus), un pez elasmobranquio lamniforme de la familia de los cetorínidos.
Tras el arrastre, el cuerpo quedó en playa de inmediaciones del Muelle de Chocolate.
De acuerdo con Wikipedia, el tiburón peregrino es el segundo pez más grande del mundo después del tiburón ballena y puede alcanzar los 10 metros de longitud.
Con información de LectorMx
Fotos: PICMMY-UADY