Después de proclamarse honesto, el titular de la SEMA, Óscar Rébora, ahora se sube al tren de Playa Marlín.
En un videomensaje, el exregidor (por el desaparecido Fuerza por México) se asumió como defensor de esta playa pública.
¿Qué facultades tiene un secretario estatal de Medio Ambiente para salir a pronunciarse sobre un asunto municipal?
Y por si fuera poco, se colocó como el paladín contra la desinformación, en un tema que fue tratado —literal— en reuniones de previas y de cabildeo entre integrantes del Ayuntamiento.
El funcionario soltó ante su iPhone 16 Pro:
“Estoy aquí en Playa Marlín, una playa pública del pueblo quintanarroense, y hoy vine precisamente a acabar con la desinformación. Últimamente, la oposición ha dicho que esta playa se va a vender, y eso es completamente falso. Esta playa no se vende, ni por caprichos ni por presiones. Esta playa va a seguir siendo del pueblo de Quintana Roo.
Vean, además, qué bonita está y cómo la gente la disfruta. Entonces, por favor, dejemos de desinformar al pueblo, aunque —hay que decirlo— al pueblo ya no se le engaña tan fácilmente.
Porque el medio ambiente es una lucha de izquierda: el aire, la tierra y el agua son un derecho, no un privilegio.”
Lo curioso de esta encendida defensa es que ya estaban listos para aprobar la venta los regidores Landy Guadalupe Canché Pantoja, Marcos de Naele Basilio Saldívar, Juan Manuel Torres Paredes, Samuel Mollinedo Portilla y Susana Andrea Dzib González: los “institucionales” del Cabildo, que además son del mismo equipo del secretario redentor.
Y por si fuera poco, la intentona fue reforzada desde la oposición, en particular por los panistas Olga Esther Moo Tuz y Carlos Enrique Ávila Lizárraga, que en los hechos son más guindas que azules.
En resumen, el joven Rébora metió la cuchara en un tema que no le corresponde como titular de la SEMA, y terminó haciendo el oso con su contradictorio y oportunista mensaje de “desinformación”.
El acelerado funcionario debería darle un jalón de orejas a su asesor de precampaña.
