
El Instituto Nacional Electoral (INE) ha descalificado a 46 candidatos ganadores de la elección de magistrados y jueces federales. La decisión, envuelta en polémica por la inédita metodología aplicada y las divisiones internas, pone el destino de estos cargos en manos del Tribunal Electoral (TEPJF), en medio de un alud de impugnaciones que cuestionan la legitimidad misma de los comicios.
El Revés del INE: 46 Nombres Fuera de la Lista
Tras 17 días de una revisión exhaustiva de más de 14 mil documentos, el Consejo General del INE determinó la inelegibilidad de 46 personas que habían resultado ganadoras en las elecciones de magistrados de circuito y jueces de distrito celebradas el 1 de junio. Este universo representa un 5.2% de los triunfadores en esas dos modalidades de comicios judiciales (874 candidaturas en total).
Las razones de la descalificación se concentran en dos puntos clave:
45 candidatos: Incumplimiento del promedio académico exigido por la convocatoria (8.0 en licenciatura, 9.0 en especialidad/posgrado).
1 candidato: Se encuentra en prisión preventiva.
Esta decisión deja un vacío en los espacios designados, sin abrir automáticamente la puerta a los segundos lugares, pues la normativa no prevé este mecanismo. El futuro de estos cargos y, potencialmente, el de la elección completa, pende de las resoluciones del TEPJF.
La Controvertida Metodología y el “Brete” Académico
El proceso de verificación académica no estuvo exento de debate interno y generó una demora considerable en los resultados finales. El INE implementó una metodología “inédita”:
Exclusión: Se exentó de la revisión a candidatos que ya eran juzgadores en funciones, una decisión que generó controversia.
Promedio de Licenciatura: Se descartó a quienes no alcanzaron al menos 8.0, sepultando la propuesta inicial de redondear promedios ligeramente inferiores (desde 7.5).
Nueve personas no cumplieron el requisito de licenciatura (seis jueces, tres magistrados).
Promedio de Especialidad/Posgrado (el gran “brete”): Calcular el promedio de 9.0 fue el escollo mayor. El INE se enfocó en un solo nivel de posgrado y seleccionó dos materias clave (con mejor promedio) para especialidades mixtas, y entre tres y cinco para otras especialidades.
* Treinta y seis personas quedaron fuera por no cumplir el promedio en la especialidad/posgrado (15 jueces, 21 magistrados).
La suma de ambos criterios académicos (9+36) arroja los 45 candidatos descalificados por este rubro, a los que se suma el caso del candidato en prisión.
El Pulso Interno: El “Elefante” y la Validez Bajo Sombra
La sesión del Consejo General que avaló la elección judicial –con aplausos de algunos consejeros, pero marcada por la división– reflejó las tensiones internas que han cruzado todo el proceso. La declaratoria de validez se aprobó con una votación apretada: 6 votos a favor contra 5 en contra.
El debate reavivó la controversia sobre los “acordeones” o guías de voto presuntamente distribuidas antes y durante la jornada electoral. El consejero Uuc-kib Espadas calificó este tema como “el elefante en la sala”, argumentando que son mecanismos comunes en otras democracias y no determinaron el resultado de la elección. Utilizó metáforas visuales (un triángulo rojo, un globo con forma de elefante) para ilustrar lo que consideró argumentos “fantasiosos” sobre su impacto.
En contraste, consejeros como Jaime Rivera y Claudia Zavala rechazaron esta postura. Rivera calificó la argumentación de Espadas como un “sofisma”, mientras que Zavala enfatizó que los “acordeones” no son solo números, sino que representan una “mancha, sombras e incertidumbre” que dañan la credibilidad del sistema electoral y la legitimidad de los triunfos.
Este debate subraya la fragilidad institucional ante la percepción pública de irregularidades, incluso cuando el INE intentó “limpiar” parcialmente la elección al anular los votos de 818 casillas (equivalente al 0.97% del total).
El Arbitraje Final: El TEPJF Tiene la Última Palabra
La decisión del INE no es el punto final. Con más de 300 recursos de impugnación interpuestos hasta el cierre de esta edición, incluyendo varios juicios que piden la nulidad total de la elección judicial, la Sala Superior del TEPJF se convierte en el árbitro inapelable.
Las impugnaciones provienen de diversos frentes: candidatos descalificados, candidatos no ganadores que alegan irregularidades, y actores que cuestionan la validez misma del proceso. El Tribunal deberá analizar cada recurso, sopesar los argumentos sobre la metodología del INE, las pruebas presentadas (incluyendo las relacionadas con los “acordeones”), y determinar el alcance de sus resoluciones.
El trasfondo de este complejo escenario es la omisión inicial de los comités de evaluación de los Poderes de la Unión, quienes eran los encargados primarios del registro de candidaturas y cuyas fallas obligaron al INE a realizar esta revisión post-electoral con criterios propios y controvertidos. La legitimidad del proceso de renovación del Poder Judicial de la Federación se dirime ahora en los tribunales, añadiendo un capítulo más a la compleja relación entre los poderes en México.
La saga de la elección judicial, marcada por un proceso inédito, decisiones controversiales del INE y profundas divisiones internas, entra ahora en su fase más crítica. La última palabra la tiene el TEPJF, cuyas sentencias definirán no solo el destino de 46 cargos, sino también la percepción de legalidad y transparencia en un proceso fundamental para la arquitectura institucional del país. La verdad, como siempre, sigue buscando su camino entre los datos, los argumentos y el pulso político.