La promesa de dinero rápido esconde una trampa mortal para miles de pequeños negocios y comerciantes ambulantes en México. Los créditos gota a gota, un esquema de financiamiento sin contrato, se han convertido en sinónimo de fraude y violencia, expandiendo un modelo originario de Sudamérica que hoy amenaza vidas y patrimonios.
Orígenes y expansión de los créditos ‘gota a gota’
Este sistema de crédito exprés, conocido como ‘gota a gota’, se ha popularizado en el comercio ambulante y otros segmentos vulnerables de la economía. Se cree que su origen se remonta a Sudamérica, donde inicialmente servía para financiar a células del narcotráfico y a la guerrilla. El éxito de esta modalidad ilícita facilitó su exportación a diversos países, incluido México, donde encontró un terreno fértil entre quienes buscan financiamiento sin las barreras de la banca formal.
Un esquema de alto riesgo: requisitos y montos
Los préstamos ‘gota a gota’ se caracterizan por sus requisitos mínimos, lo que los hace atractivos para quienes no tienen acceso a créditos tradicionales. Basta con una identificación oficial y la demostración de una actividad comercial; no se exige fiador ni garantía formal. La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) ha reportado que los montos de estos préstamos oscilan generalmente entre 2 mil y 60 mil pesos.
Costos exorbitantes y métodos de cobro depredadores
El atractivo inicial de los préstamos ‘gota a gota’ se desvanece ante las condiciones de pago. La devolución suele pactarse de forma diaria o semanal, con cobros realizados mediante visitas directas al establecimiento o al domicilio del deudor. En algunas operaciones, se utilizan registros electrónicos o aplicaciones móviles para la gestión. Los plazos contractuales son habitualmente breves, pero las cuotas se cobran de manera recurrente hasta completar el pago, en un ciclo que puede volverse interminable.
Los esquemas de cálculo de estos créditos incluyen cargos diarios y mensuales. Se han documentado cobros con tasas de uno a 3 por ciento diario o de 10 a 20 por ciento mensual. Análisis comparativos realizados con estadísticas del gobierno de México han señalado tasas superiores a 500 por ciento anual en determinados casos, cifras que evidencian la naturaleza usurera de este sistema.
Las devastadoras consecuencias del incumplimiento
El incumplimiento de pago de un crédito ‘gota a gota’ desata una serie de tácticas coercitivas por parte de los prestamistas. La Condusef y otras instancias han documentado el uso de presión y el despojo de bienes en el punto de venta. Además, existen reportes sobre la retención de mercancía y la exigencia de realizar diversas actividades forzadas para cubrir las deudas. Lo más alarmante es que este sistema no solo deriva en fraudes económicos, sino que, como se ha señalado, incluso ha costado vidas, dejando un rastro de violencia y desesperación.
Recomendaciones clave de la Condusef para protegerse
Ante la creciente amenaza de los créditos ‘gota a gota’, la Condusef, como organismo defensor, emite recomendaciones cruciales para la protección de los usuarios. Es fundamental recurrir únicamente a entidades supervisadas por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV). Antes de contratar cualquier producto, se aconseja solicitar y conservar todos los documentos y comprobantes de pago.
Asimismo, es imprescindible verificar el estatus de los prestamistas en registros oficiales como el Buró de Entidades Financieras y el Sistema de Registro de Prestadores de Servicios Financieros (Sipres), y comparar el costo anual total (CAT) entre distintas opciones. La comisión cuenta con diversos canales de atención para recibir quejas y brindar asesoría, y enfatiza que los usuarios pueden presentar denuncias ante las autoridades cuando detecten prácticas que vulneren sus derechos.
La proliferación de los créditos ‘gota a gota’ representa un desafío crítico para la estabilidad financiera de los sectores más vulnerables y exige una respuesta contundente de las autoridades. ¿Es el Estado lo suficientemente proactivo para desmantelar estas redes ilícitas y proteger a millones de mexicanos de esta forma de esclavitud financiera moderna? El tiempo apremia mientras la sombra de la extorsión sigue cobrando un alto precio.