Mientras el cancunense Heyden Cebada Rivas se tambalea como presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) del estado, los nuevos juzgadores, que llegaron a través de una “elección” directa, siguen dejando muy mal parados los principios de la división de poderes y la imparcialidad de los órganos jurisdiccionales.
De paso, se ha puesto en entredicho la valía del Tribunal de Disciplina Judicial del Poder Judicial, que debería frenar a juzgadores que siguen en la grilla partidista.
Y es que algunos juzgadores insisten en su activismo en Morena. Lo peor: que hasta lo presumen en redes sociales.
Los casos de Aholibama Torres Bui y Érika Castillo Acosta, juezas de Instrucción en lo Familiar y en lo Civil y Familiar, son emblemáticos de que hay problemas con los nuevos juzgados recién “electos”. No han entendido que la imparcialidad y el apartidismo son valores determinantes en su labor.
Pero el detalle es que, como dicen los abogados, es una conducta continua, y el Tribunal de Disciplina Judicial, como suele ocurrir en estos casos, sigue “como la virgen: le hablan…”.
Por cierto, los magistrados de dicho tribunal son: Elizabeth Moreno Rejón, Nelsy Lucely Trejo Puc y Marco Antonio Torre Constantino.