La rabia acumulada se materializó en fuego en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Colectivos y mujeres organizadas marcharon en el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. La manifestación, marcada por la quema de ataúdes, fue un recordatorio contundente de que la impunidad persiste en los casos de violencia contra la mujer Chiapas, feminicidios y desapariciones.
La impunidad que arde: del 25N como efeméride al reclamo
El 25 de noviembre se convirtió en una jornada de confrontación directa contra las estructuras de gobierno en Chiapas. La movilización partió desde la Diana Cazadora y se dirigió hacia la Sede Central de Gobierno en Tuxtla Gutiérrez.
Las asistentes fueron enfáticas al denunciar la simulación institucional que acompaña a la crisis:
- «Mientras el gobierno presume agendas violetas, fotografías institucionales, campañas en las que nos piden alzar la voz, nuestras compañeras siguen siendo asesinadas, violentadas, desaparecidas», señaló una de las participantes.
Según la óptica de los colectivos, las autoridades que deberían garantizar la seguridad prefieren callar, simular y justificar la impunidad antes que actuar con la responsabilidad y justicia que el contexto exige. Algunas asistentes también quemaron objetos en las oficinas de gobierno.
Un recordatorio de resistencia y acusación
Las participantes insistieron en que este 25 de noviembre no representa una efeméride simbólica, sino una declaración de guerra ante la inacción oficial y un reclamo directo.
«No es una fecha para conmemorar, sino una acusación directa así como un recordatorio de nuestra resistencia», expresaron las manifestantes.
Ataúdes y consignas frente al instituto del deporte
Durante el recorrido, la marcha hizo una parada significativa frente al Instituto del Deporte (Indeporte). Allí, la protesta escaló simbólicamente con la quema de una caja que simulaba un ataúd.
Entre las consignas gritadas en este punto se encontraban:
- «Indeporte asesino».
- «Jade escucha tu madre, está en la lucha».
La manifestación fue dedicada a las mujeres ausentes, a aquellas que buscan a sus familiares y a quienes se encuentran bajo amenaza. La falta de respuesta oficial, enfatizó una de las participantes, garantiza que la organización de las mujeres continuará ininterrumpidamente.
El punto culminante: la sede de gobierno
La marcha concluyó su recorrido frente a Palacio de Gobierno. Las acciones de protesta finalizaron con la realización de más quemas de ataúdes en el lugar.
La quema de estos símbolos fúnebres en la Sede Central de Gobierno no es solo un acto de protesta, sino la dramática visualización de un sistema que, según las manifestantes, entierra la justicia bajo la simulación. ¿Podrá la contundencia de estas imágenes obligar a las autoridades de Chiapas a cambiar su enfoque, dejando atrás las fotografías oficiales y enfrentando la realidad de la violencia feminicida?










