Desde ayer, también en Quintana Roo tenemos un “nuevo” Poder Judicial.
No es resultado de los acordeones como pasó con los juzgadores federales, que entre copal y la autocomplacencia asumieron ayer en el senado en un escenario óptimo, con cuatro protagonistas de la 4T. En la foto nacional aparecieron la presidenta Claudia Sheinbaum, la senadora Laura Itzel Castillo, el diputado Sergio Gutiérrez Luna y el nuevo presidente de la SCJN, Hugo Aguilar Ortiz. Que no es de Morena, pero como si lo fuera. Presumieron que los tres poderes ya están alineados.
En Quintana Roo, los nuevos juzgadores —de magistrados a jueces— rindieron protesta en el Congreso local en los primeros minutos del 1 de septiembre. Todos de blanco.
Pero aquí no hubo necesidad de sofisticar con acordeones la “elección”: bastó tachar la lista. Tres planillas, cada una presentada por un poder. Obvio, ganaron los candidatos del listado del Ejecutivo.
La coincidencia con el ámbito federal: en ambos casos, “electos” por algo así como el 12 por ciento de la lista nominal.
Pero, en Quintana Roo, en realidad el poder de Morena-PVEM es avasallador y como sea, hubieran quedamos magistrados y jueces afines, como ya estaba ocurriendo antes de la “elección”.
De hecho, también destacan como nuevos juzgadores cuadros morenistas que no pudieron llegar a ser legisladores federales o locales y que no cabían en el gabinete y que les encontraron acomodo en el “tercer” poder.
El nuevo Poder Judicial tendrá, por supuesto, sus cuotas Morena y también del Verde como José de la Peña, hasta hace horas, jefe de la Oficina de la Gobernadora, y el ex director de la Policía de Cancún, Jonathan Yong Mendoza.
Nada que no hayamos visto antes en Quintana Roo, un Poder Judicial a la medida del Ejecutivo. Aunque, en realidad, desde hace años los tres poderes en Quintana Roo responden al mismo grupo político.
Un dato adicional, pero no menor, es que sigue al frente del TSJ, Heyden Cebada, en contraste a la SCJN, en donde sí hubo relevo con la llegada del Hugo Aguilar Ortiz
En teoría es un “nuevo” Poder Judicial. En la práctica, es lo mismo de siempre o casi lo mismo.
No habrá que esperar imparcialidad ni independencia. Aunque, tampoco la había antes.