
La alianza Morena-Verde quedó más firme que nunca con la aprobación, ayer en la Cámara de Diputados, de las reformas constitucionales contra el nepotismo electoral, que entrarán en vigor hasta 2030.
Este pacto tiene una influencia directa en Quintana Roo, y por supuesto, en 2027.
En Morena dicen que, por presiones del PVEM, se postergó hasta 2030 la entrada en vigor de las reformas anti-nepotismo, pero los verdes sostienen que tampoco les da “para tanto” ante el poderío de los guindas.
La realidad es que verdes y guindas mantienen un excelente matrimonio por conveniencia, y en Quintana Roo viven un tórrido romance desde 2018, quizá antes.
Formalmente, en Quintana Roo hay un bipartito Morena-PVEM desde 2022, cuya expresión más evidente está en el Congreso del Estado. Pero los verdes tienen posiciones clave en el Gobierno del Estado, en ayuntamientos y hasta en órganos autónomos.
Lo ocurrido estos días en el Senado y la Cámara de Diputados confirma la excelente relación entre los liderados por Luisa Alcalde Luján y Karen Castrejón Trujillo.
Los nubarrones entre Morena y el PVEM, por lo pronto, se han disipado en el mar Caribe, rumbo a 2027.