Moscú ha sido el escenario de declaraciones clave previas al encuentro entre el presidente Vladimir Putin y su homólogo estadunidense Donald Trump. Este jueves, 14 de agosto de 2025, el titular del Kremlin alabó los «muy enérgicos y sinceros» esfuerzos del inquilino de la Casa Blanca para poner fin a la crisis en Ucrania y buscar acuerdos de interés mutuo, marcando la pauta para una cumbre de alta expectación.
Declaraciones rusas previas a la cumbre
Vladimir Putin ha manifestado su convicción de que los esfuerzos de Trump buscan «crear las condiciones a largo plazo para la paz entre nuestros países y en Europa y el mundo, en su conjunto». Esto, siempre y cuando, se selle en la próxima etapa un acuerdo para extender el control de armamento estratégico ofensivo, en alusión directa al tratado START III, el último de desarme nuclear, cuya vigencia expira en 2026. Estas fueron las únicas declaraciones públicas del mandatario ruso, realizadas la víspera de su encuentro con el líder estadunidense. Las palabras se emitieron al declarar abierta una reunión a puerta cerrada con miembros de la plana mayor de la Oficina de la Presidencia y el gobierno ruso, donde se evaluaría el conflicto bélico en Ucrania, las negociaciones de Estambul y la relación bilateral con Estados Unidos, según lo informado por la televisión pública rusa.
Un encuentro histórico en Alaska
El asesor de política exterior y seguridad de Putin, Yuri Ushakov, fue el encargado de detallar la agenda de la cumbre, que se desarrollará en la base militar Elmendorf-Richardson, cerca de Anchorage, en Alaska. El viernes, el encuentro comenzará a las 20:30 (hora de Moscú; 11:30, en la Ciudad de México) con una reunión a solas entre ambos presidentes, acompañados únicamente por sus traductores. Esta será la primera reunión cara a cara desde su último encuentro en Helsinki, el 16 de julio de 2018.
Posteriormente, se unirán las comitivas, cada una formada por cinco altos funcionarios. Por la parte rusa, la delegación incluirá al canciller Serguei Lavrov; el titular de la cartera de Defensa, Andrei Belousov; el ministro de Finanzas, Anton Siluanov; el asesor de Putin para inversiones extranjeras y cooperación económica, Kiril Dmitriev, y el propio Ushakov. La delegación que acompañará a Trump no fue nombrada. Las conversaciones continuarán durante un almuerzo de trabajo, y se espera que, al finalizar, ambos mandatarios ofrezcan una conferencia de prensa conjunta para hacer un balance del encuentro, tras lo cual Putin y su comitiva regresarán a Rusia.
La agenda: Ucrania, seguridad y cooperación bilateral
Ushakov explicó que «por razones obvias el tema central de las conversaciones será el arreglo político de la crisis ucrania, tomando en cuenta también lo que se discutió en el Kremlin, el 6 de agosto, con la participación del enviado especial del presidente de Estados Unidos, Steve Witkoff.» Sin embargo, se anticipa que también se abordarán tareas más amplias para garantizar la paz y la seguridad, así como los asuntos internacionales y regionales «más actuales y graves», aunque sin entrar en mayores detalles.
Además, se espera un «intercambio de opiniones acerca del desarrollo de la cooperación bilateral, incluido el ámbito económico y comercial, que tiene un potencial enorme por desgracia desaprovechado hasta ahora», añadió Ushakov.
La simbología del lugar: Historia compartida
El asesor de Putin concluyó su intervención recordando la proximidad del Cementerio Nacional de Fort Richardson, donde yacen 13 ciudadanos soviéticos —nueve pilotos, dos militares y dos civiles— que perdieron la vida entre 1942 y 1945 durante el traslado de aviones de combate suministrados a la Unión Soviética por Estados Unidos. Ushakov enfatizó el simbolismo de la cumbre en este lugar histórico, que «recuerda la hermandad militar entre los pueblos de nuestros países», especialmente ahora que se celebra el 80 aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi y el militarista Japón.
Entre expectativas y realidades: Las posturas de Trump y Putin
A diferencia de las declaraciones que varían diariamente por parte de Trump –desde un «intercambio de territorios», a «sólo escuchar qué dice Putin» y «preparar cuanto antes una cumbre trilateral con los mandatarios de Rusia y Ucrania»—, Putin ha optado por guardar silencio sobre lo que ofrecerá a su colega estadunidense. La expectativa es que Putin evite cualquier acción que pueda desatar la cólera de Trump, permitiéndole anunciar el «trato» que tanto anhela para acercarse a su objetivo del Premio Nobel de la Paz.
Las complejidades del cese al fuego
Analistas coinciden en que es improbable que Putin acepte el alto el fuego inmediato que promueve Trump como primer objetivo para negociar la paz. Sin embargo, no descartan que pudiera ceder en un cese de hostilidades parcial y condicionado sobre ataques aéreos, manteniendo las operaciones terrestres. Esta postura, aunque a regañadientes, podría ser admitida por el presidente de Ucrania, Volodymir Zelensky, quien insiste en un alto el fuego general y sin condiciones.
Observadores más sensatos consideran poco probable que se cumplan las numerosas «filtraciones interesadas» que han circulado recientemente desde «fuentes bien informadas», cuya credibilidad se pone en entredicho por su anonimato.
El ajedrez geopolítico en juego
Se percibe que, tras tres años y medio de una desgastante guerra, el Kremlin busca poner fin a su «operación militar especial» con un resultado que pueda presentar como victoria. Por su parte, Trump aspira a capitalizar esta situación en beneficio propio. Sin embargo, no está claro si el líder estadunidense es consciente de que su «visto bueno» no será suficiente para que Putin logre la capitulación incondicional de Ucrania en Alaska, un objetivo que no ha podido conseguir en los campos de batalla, según opinan expertos. Parece impensable que Kiev, mientras tenga capacidad de resistencia, «tire la toalla». Moscú, consciente de ello, sabe que continuar su lenta pero constante ofensiva bélica podría enfadar a Trump y generar consecuencias delicadas. Se recomienda esperar al término de la cumbre en Alaska para evaluar los resultados.