El 20 de julio de 2025, la Ciudad de México fue escenario de una significativa movilización. Integrantes de la Asamblea Interuniversitaria y Popular Pro Palestina marcharon desde el Ángel de la Independencia hasta el Hemiciclo a Juárez para exigir un alto al genocidio cometido por Israel y, simultáneamente, protestar contra la recién aprobada Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública y la Ley del Sistema Nacional de Investigación en materia de Seguridad Pública.
Un llamado urgente: el genocidio en Gaza y la relación México-Israel
La protesta principal se centró en la exigencia de romper relaciones con Israel y cancelar los contratos de armamento. Octavio Ugalde Rodriguez, de la organización Acción Revolucionaria e integrante de la Asamblea Interuniversitaria y Popular Pro Palestina, destacó la contradicción en la postura del gobierno federal. “El gobierno federal contradice su discurso de apoyo a Palestina cuando en realidad se sigue financiando a ciertas empresas de Israel que tiene incidencia en el genocidio”, señaló.
Ugalde Rodriguez subrayó la preocupación por seis contratos que el Ejército mexicano mantiene desde 2022 con una empresa israelí para la compra de armamento. Esta situación, según los manifestantes, financia indirectamente las acciones de Israel, lo que contraviene cualquier postura de apoyo a Palestina y de condena al genocidio.
Ciberseguridad y represión: la preocupación por las nuevas leyes
La movilización también puso en el foco las implicaciones de las reformas aprobadas en el Congreso federal, específicamente las concesiones a la Secretaría de la Defensa Nacional (Defensa) en materia de seguridad y ciberseguridad. “Esto abre un camino a la represión”, advirtió Octavio Ugalde Rodriguez.
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La crítica se extendió a la gestión de los datos biométricos. Ugalde Rodriguez explicó que la información recopilada a través de la llave CDMX, usada para trámites virtuales y para evitar la burocratización, está ahora abierta a la Defensa. Esto, a su juicio, “pone en riesgo a todas las organizaciones que luchan por los derechos humanos, sobre todo por los recientes casos de represión que ha habido en el mundo y México”. Los manifestantes reiteraron que estas enmiendas se aprobaron sin consultar a los ciudadanos.
Exigencias y consignas: la voz de la movilización
La Asamblea Interuniversitaria y Popular Pro Palestina demandó la abrogación de las reformas aprobadas y exigió al gobierno federal destinar mayor presupuesto a las universidades, al fomento del empleo y a los hospitales, en lugar de beneficiar al sector militar.
Durante la manifestación, los participantes ondearon banderas de Palestina y mostraron pancartas con mensajes contundentes como: “No a la compra de armas a la Defensa” y “No a las leyes espía”. Las consignas resonaron con fuerza en las calles de la capital:
- “Palestina aguanta, el pueblo se levanta”
- “No es una guerra, es genocidio”
- “Dónde están no se ven las sanciones a Israel”
- “Estado sionista, tú eres el terrorista”
- “Señor, señora no sean diferentes, se matan palestinos en la cara de la gente”
Esta doble protesta subraya la creciente preocupación social por la política exterior y de seguridad del Estado mexicano, evidenciando la tensión entre los compromisos internacionales y las dinámicas internas de poder. ¿Podrá el gobierno conciliar estas voces con sus alianzas estratégicas y sus reformas legislativas?
