La llegada de un crucero israelí a grecia ha desatado una ola de protestas que escalan en intensidad. Por tercera vez en una semana, las islas helenas son escenario del descontento por la guerra en gaza, poniendo en jaque las relaciones y el turismo. Este patrón emergente de manifestaciones subraya la creciente polarización en torno al conflicto en el medio oriente.
Escalada de tensión: La protesta en creta y los enfrentamientos
El martes, la isla de creta se convirtió en el epicentro de las últimas manifestaciones. Manifestantes que exigen el fin de la guerra en gaza protestaron por la llegada del crucero israelí Crown Iris al puerto de agios nikolaos. En un acto de contundencia visual, desplegaron una enorme bandera palestina mientras los turistas a bordo del Crown Iris desembarcaban y se dirigían en autobuses a sus recorridos por la isla. Los gritos de «Palestina libre» resonaron en el puerto.
La situación escaló rápidamente. La policía antidisturbios se vio obligada a mantener a la multitud alejada del muelle donde estaba atracado el crucero. Se produjeron enfrentamientos entre manifestantes y policías, con reportes de medios locales indicando que los agentes usaron gas pimienta para controlar a la multitud. Cuatro personas fueron detenidas. Un video mostró a la policía llevando a un hombre, con las manos esposadas detrás de su espalda, mientras gritaba «Palestina libre», una imagen que encapsula la tensión del momento.
Un patrón emergente: Incidentes en rodas y siros
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Las escenas en creta no son aisladas; forman parte de una secuencia de incidentes que marcan una tendencia preocupante. Un día antes, el Crown Iris atracó en un puerto en la isla griega oriental de rodas, donde también estallaron enfrentamientos entre la policía antidisturbios y manifestantes que pedían el fin de la guerra en gaza. A pesar de los altercados, los pasajeros desembarcaron para realizar recorridos por la isla, y no se reportó violencia contra ellos.
El antecedente más significativo se registró el 22 de julio en la isla de siros. Una multitud de aproximadamente 150 personas se congregó para protestar contra el atraque del Crown Iris. En esa ocasión, los manifestantes corearon consignas y portaron pancartas con mensajes explícitos como «Detengan el genocidio» y «No hay aire acondicionado en el infierno», una referencia directa a las condiciones que enfrentan los palestinos en La Franja de gaza. El impacto de esta protesta fue directo: los aproximadamente mil 700 pasajeros del barco no desembarcaron, y la nave, operada por mano cruise de Israel, abandonó la isla antes de lo planeado, aduciendo haber «decidido a la luz de la situación en la ciudad de siros navegar hacia otro destino turístico».
Implicaciones diplomáticas y contexto turístico
El incidente en siros tuvo repercusiones diplomáticas inmediatas, provocando una llamada telefónica entre el ministro de relaciones exteriores de Israel, gideon saar, y su homólogo griego, george gerapetritis. Este diálogo a nivel ministerial subraya la sensibilidad del asunto y las posibles implicaciones para las relaciones bilaterales.
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Grecia es un destino turístico tradicionalmente popular para los israelíes, tanto en tours organizados como viajando de manera independiente, particularmente durante los meses de verano. Existen múltiples vuelos diarios entre tel aviv y atenas, así como desde aeropuertos israelíes directamente a islas griegas, lo que resalta la importancia de esta ruta turística y el desafío que las protestas representan para la industria.
La creciente frecuencia y contundencia de estas protestas, que han escalado de meras manifestaciones a enfrentamientos con la policía y detenciones, plantean una interrogante crucial: ¿cómo equilibrarán las autoridades griegas el derecho a la protesta con la seguridad y las relaciones diplomáticas en un contexto de polarización global?
