La Ciudad de México fue testigo hoy de una contundente protesta de trabajadores de la alcaldía Cuauhtémoc, quienes bloquearon Insurgentes por dos horas. Cerca de 200 empleados se unieron para denunciar condiciones precarias, falta de equipo y la omisión de la alcaldesa Alessandra Rojo de la Vega, urgiendo soluciones.
Bloqueo estratégico y concentración masiva
El 3 de septiembre de 2025, la Ciudad de México amaneció con una significativa movilización laboral. Trabajadores de la alcaldía Cuauhtémoc bloquearon la avenida Insurgentes por alrededor de dos horas, específicamente en el cruce con la calle Héroes Ferrocarrileros, abarcando las colonias Santa María la Ribera y Buenavista.
Esta acción fue acompañada por la concentración de cerca de 200 empleados frente a la sede de la alcaldía Cuauhtémoc, todos unidos en una demanda explícita: exigir mejores condiciones laborales y la adquisición urgente de equipo de seguridad.
Voces del sindicato: Desatención y carencias
Los manifestantes, agremiados al Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno de la Ciudad de México, levantaron la voz para exponer una serie de graves deficiencias. Una de las acusaciones más recurrentes fue la falta de respuesta de la alcaldesa Alessandra Rojo de la Vega, quien, a casi un año de haber recibido una solicitud formal, no ha concedido una audiencia a los empleados.
Las demandas no se limitan a la comunicación. El personal operativo, esencial para el mantenimiento urbano, enfrenta una situación crítica:
- Carencia de vestuario y equipo de seguridad.
- Ausencia de herramientas básicas e insumos necesarios.
- Falta de arneses especializados para tareas de poda y corte de arbolado, exponiendo su integridad.
Más de mil empleados en condiciones altamente precarias
Además de las deficiencias en el campo, una revelación alarmante ha surgido de las entrañas de la propia delegación. Fuentes consultadas por este medio, cercanas a la movilización, señalan que más de mil trabajadores se encuentran laborando en el sótano de la alcaldía. Estos empleados, vitales para la operatividad interna, están expuestos a condiciones que han sido calificadas como «altamente precarias», lo que pone en entredicho las políticas laborales de la administración actual.
La persistencia de estas condiciones precarias y la aparente omisión de la alcaldía Cuauhtémoc no solo vulneran los derechos laborales, sino que también merman la calidad de los servicios públicos. ¿Hasta cuándo se permitirá que la dignidad y la seguridad de los trabajadores sean sacrificadas en el altar de la inacción política?