
El gran arranque del Programa Nacional de Vivienda: más de 186 mil hogares en construcción
Un anuncio clave desde Palacio Nacional revela el avance de uno de los programas sociales más ambiciosos del sexenio: la construcción masiva de viviendas dignas en todo el país, con excepción de solo cuatro estados. La palabra clave aquí es vivienda, pero el verdadero protagonista es el territorio.
El Programa Nacional de Vivienda ya echó a andar su maquinaria: 186 mil 537 hogares están en marcha y 28 estados ya presentan actividad constructiva. Lo dijo la propia presidenta Claudia Sheinbaum, flanqueada por la secretaria Edna Vega de la SEDATU, en la Mañanera del 6 de mayo. La cifra no solo habla de casas, sino de un rediseño del mapa social del país.
¿Qué es el Programa Nacional de Vivienda?
Una estrategia nacional con objetivos sexenales claros
El Programa Nacional de Vivienda forma parte del eje de bienestar de la actual administración. Su meta no es menor:
- Construir 1.1 millones de viviendas nuevas.
- Otorgar 1.5 millones de créditos o apoyos para mejoramiento de viviendas.
- Entregar 1 millón de escrituras.
¿A quién beneficiará?
Este proyecto tiene como público objetivo a los sectores populares, trabajadores sin seguridad social, habitantes de zonas marginadas y personas en situación de vulnerabilidad. En total, se estima que beneficiará a 13.1 millones de mexicanos, es decir, el 10% de la población nacional.
Avances en el territorio: ¿Dónde ya comenzaron las obras?
Los 28 estados donde ya hay obras en marcha
A la fecha, solo Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Guerrero no han iniciado obras. Los motivos no fueron detallados en la conferencia, aunque se infiere que hay retrasos en los procesos de gestión de suelo o coordinación local.
En contraste, estados como Baja California Sur, específicamente Los Cabos, fueron pioneros: las obras allí comenzaron desde noviembre de 2024. Esto lo destacó Edna Vega como un ejemplo del avance tangible del programa.
Vivienda con enfoque territorial y social
¿Qué diferencia a este programa de administraciones anteriores?
A diferencia de políticas pasadas centradas en la oferta y en fraccionamientos alejados, el actual programa se plantea desde el derecho a la ciudad y la justicia territorial. Es decir:
- Las viviendas están pensadas cerca de centros de trabajo y servicios.
- Hay coordinación con gobiernos locales para dotar de infraestructura urbana.
- Se prioriza a quienes históricamente han sido excluidos del acceso a una vivienda digna.
Alerta: los “coyotes” y la desinformación
Durante la conferencia matutina, también se presentó una campaña para alertar a la población sobre estafadores que simulan trámites ante Infonavit, Fovissste o el Conavi.
“No te dejes engañar” es el lema del spot musicalizado que acompaña este esfuerzo de concientización, difundido ampliamente en medios públicos.
Estos “coyotes” cobran por supuestos trámites relacionados al Programa Vivienda para el Bienestar, cuando en realidad los servicios y apoyos son gratuitos. La campaña busca evitar que los beneficiarios pierdan dinero o documentos.
¿Qué sigue para los estados que aún no arrancan?
Los rezagos: ¿por qué 4 estados están fuera del mapa?
Aunque no se detallaron causas, se puede especular que los factores van desde temas políticos hasta retos de urbanización o seguridad. En particular:
- Guerrero enfrenta una crisis de violencia que podría complicar despliegues federales.
- Nuevo León y Coahuila, con gobiernos de oposición, podrían estar en fases más lentas de coordinación.
- Chihuahua tiene antecedentes de fricciones con programas sociales federales.
El impacto: una nueva geografía del bienestar
El alcance del Programa Nacional de Vivienda trasciende la edificación de casas. Es un rediseño de las oportunidades y derechos en el territorio nacional. El dato clave es el número de vidas que se transformarán: 13.1 millones.
Además, el enfoque interinstitucional y la incorporación de estrategias de comunicación como las campañas contra estafas indican una política de vivienda con múltiples capas: física, social, legal y cultural.
¿Una nueva era para la vivienda en México?
Este programa podría marcar un antes y un después en la política habitacional del país. Si cumple sus metas, el legado no será solo de ladrillos y concreto, sino de dignidad y arraigo para millones.
Sin embargo, los desafíos persisten: los rezagos en algunos estados, la amenaza de intermediarios fraudulentos, y la necesidad de dotar estas viviendas de servicios públicos efectivos.Lo cierto es que el arranque ya es un hecho, y lo que está en juego no es solo una cifra, sino el derecho a habitar el país en condiciones justas.