
¡Cómo olvidar al tristemente célebre vizconde de la zona hotelera, Raúl Bermúdez!
Quien fuera delegado de Fonatur en el sexenio anterior cobró fama por sus excesos y actos de corrupción. Le dieron las gracias cuando ya resultó insostenible… pese a tener amigos muy influyentes.
Y resulta que el tabasqueño Bermúdez ya tiene sucesor en el segundo piso de la 4T.
Se trata de Israel Francisco Malacón Osuna, delegado de la Profeco en Cancún.
El funcionario cuatroteísta anda con la espada desenvainada contra los prestadores de servicios turísticos. Está, dicen, demasiado quisquilloso. Hasta parece motociclista de Tránsito en época de aguinaldos.
De hecho, las travesuras de Malacón Osuna ya han sido ventiladas en medios de la Ciudad de México, y periodistas de altura como Darío Celis, por cierto, cancunense.
Hace unas semanas, Celis divulgó:
“RESULTA QUE EL delegado de la Profeco en Cancún, Israel Francisco Malacón Osuna, ya se hizo una fama de pedirle dinero a los y las prestadoras de servicios turísticos a cambio de no cerrarles sus establecimientos. Y cual reina de belleza, anda en plena pasarela con pequeños y medianos empresarios, a quienes azuza con cerrarles el changarro si no acceden a sus pretensiones económicas. Una llamada de atención a la oficina federal que capitanea Iván Escalante, para que atienda la solicitud de auxilio de quienes ofrecen servicios en esa ciudad, a fin de que no sean presa de los abusos de este pseudo servidor público.”
Pero esa llamada de auxilio… parece que encontró número ocupado o fuera de servicio.
Y se impone la pregunta:
¿Dónde está la “prioridad al turismo” que esgrime el cuatroteísmo caribeño en sus recurrentes viajes de promoción internacional?