La aprobación del anteproyecto de presupuesto de egresos del Instituto Nacional Electoral (INE) para el ejercicio fiscal 2026 ha desatado un tenso debate en el círculo político mexicano. Con 7 mil 737 millones de pesos destinados a los partidos políticos, la medida genera controversia sobre la viabilidad de la austeridad y la defensa de la democracia.
El debate central por el presupuesto del INE 2026
El Consejo General del INE, en sesión del 18 de agosto de 2025, avaló el anteproyecto de presupuesto de egresos para el año entrante. La cifra incluye una partida crucial de 7 mil 737 millones de pesos que se repartirán entre los partidos políticos. Inicialmente, el órgano informó un monto aproximado de 15 mil 100 millones para su operación base y otros rubros, cifra que generó discusiones internas.
Cifras clave y la defensa de guadalupe taddei
La consejera presidenta, Guadalupe Taddei, detalló que la solicitud total del INE al Congreso de la Unión ascenderá a 25 mil 896 millones de pesos. Este monto se desglosa de la siguiente manera:
- 7 mil 737 millones para los partidos políticos.
- 12 mil 503.6 millones para el presupuesto base del Instituto.
- 2 mil 587.6 millones para proyectos institucionales.
- 3 mil 119.4 millones como monto precautorio para la organización de una probable consulta popular.
Taddei defendió que el anteproyecto contempla un «incremento de sólo el 1.19 por ciento respecto al ejercicio anterior» para el presupuesto base del INE, alineado con «criterios de racionalidad presupuestaria, disciplina financiera y austeridad republicana como principio de Estado y eje del gasto público.» Subrayó que «el INE ha demostrado sensibilidad frente a los cambios sociales, adaptando sus estructuras, procesos y estrategias.»
Voces críticas desde el consejo general
A pesar de la defensa de la consejera presidenta, la aprobación no estuvo exenta de fricciones. La mayoría de los consejeros electorales aprobaron ajustes de último momento para cubrir honorarios de trabajadores no contemplados inicialmente, un detalle que se previó únicamente para la mitad del año. La cuantificación de este incremento presupuestal aún no se ha completado.
Martín Faz Mora advirtió sobre la existencia de partidas presupuestales que se dejaron en ceros, solicitando un análisis exhaustivo. En su intervención, Faz Mora argumentó que «el costo de la democracia no debe medirse en pesos y centavos, sino en la confianza y estabilidad que genera.» Además, instó a «dimensionar que dentro del presupuesto federal, el INE representa apenas décimas de punto porcentual, alrededor del 0.2 por ciento,» calificándolo como «mínimo en proporción, pero máximo en efectos, porque garantiza que más de 90 millones de mexicanas y mexicanos ejerzan sus derechos políticos electorales.»
Por su parte, Dania Ravel sostuvo que, aunque 2026 no será año de elecciones federales, sí marca el inicio de los preparativos para la elección de 2027, la cual «tiene todos los elementos para convertirse en la elección más compleja que ha organizado» el INE.
El financiamiento a partidos políticos: ¿Conquista o privilegio?
La ratificación de los 7 mil 737 millones de pesos para los partidos políticos, con base en fórmulas legales ya establecidas, reactivó la perenne discusión sobre el financiamiento público. Representantes de los partidos políticos salieron en defensa de esta asignación, argumentando su necesidad para la salud democrática.
La postura de las fuerzas políticas
Víctor Hugo Sondón, representante del Partido Acción Nacional (PAN) ante el consejo general, aseveró que «el financiamiento público de los partidos políticos no es un privilegio, sino una conquista democrática.» Según Sondón, esta asignación busca «cerrar las puertas al dinero sucio,» garantizando la equidad y transparencia en la contienda.
En la misma línea, Marcela Guerra, consejera del Poder Legislativo por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), enfatizó que «el financiamiento público no es un lujo, es un dique para la democracia, es una inversión para la democracia.» Advirtió que reducirlo sería «injusto e inequitativo,» poniendo en riesgo la estabilidad del sistema político.
El consejero Uuc-kib Espada se pronunció por mantener la representación proporcional, así como la participación de especialistas en la reforma de la materia, sugiriendo la necesidad de una discusión técnica y profunda sobre el modelo de financiamiento.
La aprobación del anteproyecto presupuestal del INE para 2026, con una cifra millonaria destinada a los partidos políticos y un incremento general que aún se cuantifica, deja al descubierto las tensiones inherentes entre la indispensable operación democrática y las demandas de austeridad. ¿Es el costo de la democracia un pilar innegociable, o existe un punto de equilibrio que satisfaga ambas demandas sin comprometer la confianza ciudadana?