Desde Palacio Nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo abordó este martes 12 de agosto de 2025 las críticas de ex consejeros electorales sobre la próxima reforma. La mandataria fue enfática: podrán participar en la elaboración legislativa, pero sus opiniones serán analizadas igual que las de cualquier otra persona, cuestionando su pretensión de ser una élite.
La postura presidencial: Invitación a la participación sin privilegios
En su conferencia de prensa matutina, la presidenta Sheinbaum Pardo desestimó las aspiraciones de un trato preferencial para los ex consejeros. “Pueden participar, nadie les niega la participación, pero ¿por qué ellos van a presentar una propuesta como si fuera una élite?, una élite de la supuesta democracia en México”, expuso. Añadió con contundencia: “Ellos son como todos los demás, aquel que se siente por arriba de otro pues tiene un problema”.
La titular del Ejecutivo federal insistió en que los ex consejeros, incluidos críticos como el ex presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, tienen derecho a participar en los foros y consultas anunciados. Sin embargo, recalcó que “ellos se sienten superiores, que están por encima del pueblo de México y que debe considerarse su opinión como algo especial”, postura que la presidenta rebatió al afirmar que “no son más ni menos”.
Críticas frontales a figuras como Lorenzo Córdova y Luis Carlos Ugalde
La mandataria profundizó en sus cuestionamientos, señalando lo que consideró una «muchísima hipocresía» en las críticas de los ex consejeros. Subrayó el caso de Lorenzo Córdova: “Cómo es posible que Lorenzo Córdova hable de autoritarismo cuando él de forma autoritaria y despectiva se refirió a indígenas que fueron a solicitarle algo, o cómo es posible que durante todos los años que estuvo en el Instituto Electoral, desde trabajador hasta presidente, pues haya vivido de esta manera del erario, o cómo es posible que nunca se hubiera dado cuenta de la compra de votos, de amigos de Fox, del Pemexgate”.
También hizo alusión directa a Lorenzo Córdova y Luis Carlos Ugalde, quienes «llaman que hay autoritarismo, que México ya es autoritario por definición, según ellos, y que la reforma pretende hacer de México un país todavía más autoritario». Sheinbaum rebatió esta postura: “¿Qué evidencia tienen de que hay autoritarismo en el gobierno? Ah, la evidencia de que se votó por los jueces ahora, que el Poder Judicial es elegido por el pueblo de México, ese es su argumento de por qué México es autoritario. O sea, cuando el pueblo participa, hay autoritarismo de acuerdo con ellos”. Finalmente, la presidenta desestimó las acusaciones de censura, aludiendo a que los ex consejeros pueden «decir lo que quieran en cualquier medio, en cualquier lugar, y nadie los censura”.
Ejes de la Reforma Electoral: Más allá de los señalamientos
La discusión sobre la reforma electoral avanza con la instalación de la comisión presidencial, encabezada por Pablo Gómez, que llevará a cabo foros, debates y consultas abiertos a toda la población. La mandataria precisó que estos espacios, que comenzarán en octubre, permitirán escuchar a todas las voces para construir una agenda de temas amplia.
Entre los puntos clave que Sheinbaum destacó para el debate se encuentran: la necesidad de garantizar una mayor representación del pueblo, la reducción de los costos de las elecciones, y una revisión exhaustiva a las prerrogativas que reciben los partidos políticos. En este último punto, recordó que actualmente, desde Morena hasta el PRI, que es de los partidos con menos votos en la actualidad, reciben más de 7 mil millones de pesos de recursos del erario para su operación normal, no solo para las elecciones. Otro tema crucial a discutir, según la presidenta, es la definición y uso de los legisladores plurinominales, ya que “la lista de plurinominales se ha convertido para muchos partidos políticos en el reparto interno de puestos para las cúpulas de los partidos políticos”.
La discusión sobre la reforma electoral se enmarca así en una confrontación de visiones sobre el papel de las élites y la participación ciudadana. ¿Logrará este proceso reconciliar las diversas voces en la construcción de un sistema electoral más justo y representativo para México?