
El jitomate resiste: la calma antes de la tormenta
Durante esta semana, los mercados y supermercados del centro de la Ciudad de México mostraron un inesperado respiro: el precio del jitomate no se movió.
A pesar del anuncio del Departamento de Comercio de Estados Unidos sobre un arancel del 20.91% al producto mexicano, el jitomate saladette —también conocido como jitomate roma— se mantuvo entre los 19 y 35 pesos por kilo.
¿Qué significa esta estabilidad momentánea en un escenario donde los costos agrícolas van al alza y la incertidumbre comercial crece?.
¿Por qué no subió el precio del jitomate tras el anuncio de EU?
Una política que aún no entra en vigor
Aunque el arancel fue confirmado por Estados Unidos y se aplicará a partir del 14 de julio, los efectos aún no impactan directamente el mercado interno. Por eso, los precios en tiendas como Chedraui o Soriana Híper se han mantenido estables, al menos de forma temporal.
- Chedraui: 19 pesos por kilo de jitomate saladette
- Soriana Híper: 24.80 pesos por kilo
- Mercado Juárez: entre 25 y 35 pesos
En algunos casos, como el jitomate bola, se observan promociones en cadenas como Soriana, donde se ofrece en 28 pesos durante los “Martes y miércoles del campo”.
La memoria de los precios bajos
Apenas el 25 de febrero, algunos supermercados ofrecieron jitomate a 3.90 pesos el kilo, limitando la compra a cinco kilos por persona. Hoy, trabajadores de autoservicio reconocen que ese tipo de ofertas difícilmente se repetirán.
Impacto esperado en la cadena de valor agrícola
El productor, el gran perdedor
María, ama de casa entrevistada en un mercado capitalino, expresó una preocupación compartida por muchos: “Si entra en vigor el arancel, el productor dejará de sembrarlo”. Según ella, los agricultores ya enfrentan altos costos por fertilizantes, agua y transporte, y un nuevo impuesto puede hacer inviable su negocio.
Frase clave: “No es redituable para el campesino”.
Reducir el cultivo afectaría el abastecimiento local, encarecería aún más el jitomate y pondría en riesgo una parte fundamental de la dieta mexicana.
¿Y si el jitomate deja de sembrarse?
El jitomate es una de las hortalizas más sembradas en el país y su cultivo tiene alto valor en la exportación, especialmente hacia Estados Unidos. Sin embargo, si el precio se mantiene bajo en México pero suben los impuestos para exportarlo, muchos productores podrían migrar a otros cultivos o incluso abandonar la actividad.
Reacciones desde los mercados de barrio
Lo que dice la experiencia
Pedro Martínez, comerciante con 35 años en el mercado Juárez, fue claro: “Al final, quien paga el aumento es el consumidor”. Aun así, opina que no debería haber incremento en el jitomate, ya que es un producto 100% mexicano y no debería estar sujeto a lógicas impuestas por el exterior.
¿Qué otros productos se están encareciendo?
En el mismo recorrido por el mercado Juárez se constató que hay presión inflacionaria en otros alimentos frescos:
- Ajo: de 140 a 160 pesos por kilo
- Aguacate y huitlacoche: 120 pesos
- Chícharo: 60 pesos
- Ejote: 48 pesos
- Chile poblano: 60 pesos
- Naranja: 35 pesos
El jitomate, por ahora, resiste este embate. Pero el contexto no augura una estabilidad duradera.
Entre la política comercial y el bolsillo del mexicano
¿Cómo influye el arancel estadounidense?
El arancel del 20.91% anunciado por Estados Unidos forma parte de las tensiones comerciales entre ambos países. Afecta directamente a las exportaciones de jitomate mexicano, encareciendo su entrada al mercado estadounidense y reduciendo la competitividad frente a productores locales.
Golpe indirecto al consumo nacional
Cuando los exportadores no logran colocar su producto en el exterior, lo redirigen al mercado nacional. Esto podría generar una oferta más abundante temporalmente, pero también implica que los pequeños productores no tendrán márgenes de ganancia suficientes, lo que podría desincentivar la producción.
¿Calma transitoria o antesala del encarecimiento?
Hoy el precio del jitomate no sube, pero la amenaza está latente. La aplicación del arancel por parte de Estados Unidos pone en riesgo no solo las exportaciones mexicanas, sino la viabilidad económica de muchos productores nacionales. Mientras tanto, consumidores como María ya prevén reducir su compra a la mitad.
¿El jitomate será el próximo producto inaccesible para millones de familias mexicanas?
La estabilidad actual parece más una pausa que una solución. El verdadero impacto se sentirá en los próximos meses, y dependerá tanto de las decisiones políticas como de la respuesta del campo mexicano.