En medio de una creciente tensión geopolítica entre Venezuela y Estados Unidos, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ha reafirmado la postura innegociable de la política exterior de México: el llamado al no intervencionismo. Su declaración subraya el compromiso histórico del país con la autodeterminación y la resolución pacífica de controversias.
Escalada de tensión entre Caracas y Washington
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, desde Palacio Nacional, abordó la delicada coyuntura internacional generada por el incremento de la tensión entre Venezuela y Estados Unidos. Este escenario se recrudeció tras el anuncio del presidente venezolano, Nicolás Maduro, del despliegue de 4.5 millones de milicianos. Dicha movilización responde a las “amenazas” de Washington.
Las acciones de Estados Unidos incluyen la elevación de la recompensa por información que conduzca a la captura de Maduro, así como el lanzamiento de una supuesta operación antidrogas con militares en el Caribe. Anteriormente, el presidente estadounidense Donald Trump y Nicolás Maduro habían sido figuras centrales en la relación bilateral, como lo muestran imágenes de archivo.
La doctrina mexicana: No intervención y diálogo
Frente a esta escalada, Sheinbaum Pardo fue enfática en su «mañanera» de este martes 19 de agosto de 2025. La mandataria hizo un llamado claro al no intervencionismo, la autodeterminación de los pueblos y la solución pacífica de las controversias. «No al intervencionismo, eso no sólo es convicción sino que está en la Constitución», apuntó la jefa del Ejecutivo federal.
Los principios constitucionales que rigen la política exterior
La presidenta recordó que la política exterior de México se enmarca rigurosamente en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. El titular del Ejecutivo federal, en este caso la Presidenta, tiene la obligación de conducir las relaciones internacionales con estricto apego a los principios establecidos en la carta magna. Estos principios fundamentales que se deben observar son:
- La autodeterminación de los pueblos.
- La no intervención.
- La solución pacífica de controversias.
- La proscripción de la amenaza o el uso de la fuerza en las relaciones internacionales.
- La igualdad jurídica de los Estados.
- La cooperación internacional para el desarrollo.
- El respeto a la protección y promoción de los derechos humanos.
- La lucha por la paz y la seguridad internacional.
Sheinbaum Pardo concluyó su intervención subrayando la permanencia de esta doctrina: «Lo dice claramente la Constitución y es nuestra posición siempre: la autodeterminación de los pueblos, la no intervención y la solución pacífica de controversias… La no intervención, todo se resuelve con diálogo”, afirmó la titular del Ejecutivo federal.
En un panorama global cada vez más volátil, la reafirmación de estos pilares constitucionales por parte de la presidenta Sheinbaum subraya la tradición de México como un actor que aboga por la diplomacia y el respeto mutuo. ¿Será suficiente esta firme postura para contener la escalada de tensiones en el Caribe y posicionar a México como un mediador clave en la arena internacional?