
Redacción/CARIBE PENINSULAR
BACALAR.- La organización Defendiendo el Derecho a un Medio Ambiente Sano (DMAS) y ciudadanos de Bacalar solicitaron públicamente a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo que intervenga ante el desacato de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), que ha reanudado obras en la zona federal de la Laguna de Bacalar, pese a una orden judicial de suspensión provisional.
La petición fue presentada luego de que la Sedena continuara con la construcción de una casa de descanso para militares, en un predio colindante a la laguna, en abierta violación a lo instruido por un juez de distrito, quien ordenó detener las obras hasta que distintas autoridades ambientales y patrimoniales evalúen los posibles daños al ecosistema.
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“Exigimos a la presidenta Claudia Sheinbaum que ponga orden. No puede permitirse que una dependencia federal ignore una orden judicial que busca proteger uno de los cuerpos de agua más importantes de México”, señalaron integrantes de DMAS en un comunicado.
La suspensión provisional fue otorgada como parte de una demanda de amparo promovida por DMAS, en la que se argumenta que la obra pone en riesgo inminente el equilibrio ecológico de la Laguna de Bacalar, una de las más emblemáticas del sureste del país, reconocida por su biodiversidad, su valor turístico y su importancia hídrica regional.
El juez federal ordenó específicamente que la Dirección de Ingenieros de la Sedena detuviera toda actividad en la zona, y que se permitiera el acceso a dependencias como la Profepa, la Semarnat, el INAH y la Dirección de Ecología del Ayuntamiento de Bacalar para realizar las inspecciones correspondientes.
Sin embargo, la orden fue ignorada. En un video difundido en redes sociales el pasado 15 de mayo, se observa el uso de maquinaria pesada en el sitio, lo que fue documentado por activistas como prueba del desacato.
La audiencia judicial está programada para el próximo 22 de mayo de 2025 a las 9:00 horas, en la que se determinará si la suspensión se mantiene, se modifica o se revoca. No obstante, los denunciantes insisten en que el daño al entorno ya se está produciendo.
Desde inicios de 2024, el proyecto de construcción de esta casa de descanso ha provocado un fuerte rechazo social. Diversas organizaciones ambientalistas, como Greenpeace México y el Grupo Ecologista del Mayab, se han pronunciado contra la obra al considerar que representa una amenaza para la frágil ecología de la laguna, que depende de su conexión con humedales, mantos freáticos y zonas forestales adyacentes.
A ello se suma la opacidad del proyecto, avalado por la Semarnat bajo el argumento de que no genera desequilibrios, sin que exista una evaluación independiente de impacto ambiental difundida públicamente.
“La Sedena no está por encima de la ley. Si en este gobierno se presume respeto al medio ambiente y al Estado de derecho, esta obra debe detenerse y sancionarse conforme a la ley”, subrayó la organización DMAS.