
El mercado petrolero mundial se enfrenta a una tormenta perfecta. Las tensiones arancelarias lideradas por Estados Unidos han arrastrado el precio del crudo a niveles no vistos desde la pandemia, con proyecciones que apuntan a un desplome aún mayor si no se disipa la amenaza de recesión global.
Precios del petróleo al borde del abismo
El crudo ha mostrado señales de estabilización, pero se mantiene peligrosamente cerca de mínimos no registrados desde 2020. Analistas de Goldman Sachs advierten que, si persisten las tensiones comerciales, el barril podría desplomarse por debajo de los 40 dólares, encendiendo alarmas en mercados energéticos de todo el mundo.
Influencia directa de la guerra arancelaria
La política comercial de Estados Unidos, particularmente la postura proteccionista del expresidente Donald Trump, ha desencadenado una serie de respuestas globales que ahora amenazan con frenar el comercio internacional y la demanda energética. Este contexto eleva el riesgo de una recesión global, lo cual impacta directamente en los precios del petróleo.
¿Por qué el petróleo podría seguir cayendo?
Goldman Sachs es claro: el escenario base proyecta una baja sostenida del crudo si no se logra un cambio estructural en el comercio global.
1. El esquisto estadounidense como soporte de bajo costo
La producción de petróleo de esquisto en Estados Unidos ha mejorado su rentabilidad incluso con precios bajos. Esto significa que, aun con un barril por debajo de los 50 dólares, la oferta se mantiene estable, presionando los precios a la baja.
2. Recesión moderada en Estados Unidos
Aunque Goldman no prevé una recesión profunda en EE.UU., señala que los efectos podrían ser menos graves debido a la solidez del sector financiero. Sin embargo, la simple expectativa de una contracción económica ya ha comenzado a reflejarse en los mercados energéticos.
Escenario a corto y largo plazo
Según el banco, el barril Brent podría caer a 62 dólares en diciembre, y ubicarse en 55 dólares para finales de 2026. Este pronóstico depende, en gran medida, de una eventual reducción significativa de aranceles que permita recuperar el dinamismo económico global.
¿Qué se necesita para revertir la tendencia?
- Reducción de aranceles entre potencias económicas
- Estímulos fiscales para mantener la demanda
- Moderación en la producción de la OPEP+
Implicaciones globales y regionales
Una caída prolongada del precio del petróleo afectaría no solo a países productores, sino también a economías dependientes de las exportaciones de hidrocarburos. En América Latina, esto podría traducirse en menor recaudación fiscal y aumento de la presión sobre políticas sociales.
Impacto potencial en México y el Caribe
En el caso de México, una baja del crudo afectaría directamente los ingresos petroleros, clave para el presupuesto federal. En el Caribe, podría generar impactos mixtos: menores costos de importación de combustibles, pero también inestabilidad en socios regionales como Venezuela o Trinidad y Tobago.
Un precio en caída libre con consecuencias globales
El petróleo, barómetro de la economía global, parece encaminado a una fase de precios bajos prolongada. La advertencia de Goldman Sachs pone en evidencia que sin una solución al conflicto arancelario, el mundo podría enfrentarse a una nueva crisis energética, no por escasez, sino por exceso y desconfianza.