
Peso mexicano resiste presiones y cierra estable frente al dólar este martes
En medio de la incertidumbre por el crecimiento económico en México y EE.UU., el peso mexicano mantuvo su valor. El tipo de cambio cerró la jornada del martes con una ligera apreciación de 0.01%, ubicándose en 19.5755 pesos por dólar, según datos del Banco de México.
Calma tensa en los mercados antes del dato del PIB
Un cierre sin sobresaltos para el peso mexicano
La moneda nacional logró estabilizarse este martes pese a diversos factores externos que amenazaban con sacudir el mercado cambiario. En particular, la atención de los inversionistas se centró en la publicación, programada para este miércoles, de los datos preliminares del Producto Interno Bruto (PIB) de México y Estados Unidos correspondientes al primer trimestre de 2025.
Durante la sesión, el peso operó en un rango relativamente acotado, con un máximo de 19.6180 y un mínimo de 19.5580 unidades por dólar en el mercado spot. Esta estabilidad refleja un entorno de cautela y expectativa más que de confianza, marcado por el comportamiento del dólar a nivel internacional y el contexto político en EE.UU.
Trump y el dólar fuerte, telón de fondo para el tipo de cambio
Uno de los factores que más influyó en el comportamiento del peso fue el fortalecimiento del dólar. El índice DXY —que mide el desempeño del billete verde frente a una canasta de seis divisas— avanzó 0.21% hasta los 99 puntos, un indicio del apetito por activos considerados refugio ante un entorno económico incierto.
Este fortalecimiento ocurre en el marco de los primeros 100 días de la nueva administración de Donald Trump, que mantiene un discurso agresivo en materia comercial. La sombra de una guerra comercial sigue proyectándose sobre los mercados, generando volatilidad y afectando las expectativas de crecimiento global.
Señales mixtas desde Estados Unidos y México
Estancamiento económico a la vista en México
La expectativa sobre el dato del PIB mexicano no es alentadora. Analistas del sector privado coinciden en que la actividad económica podría haberse estancado en los primeros tres meses de 2025. En el mejor de los escenarios, el crecimiento sería cercano a cero, lo que refleja un entorno de bajo dinamismo interno, presionado por factores globales y una inversión pública que no termina de despegar.
Esta falta de crecimiento se da en un contexto en el que el gobierno mexicano intenta mantener la estabilidad macroeconómica sin asumir riesgos fiscales mayores, lo que limita su margen de maniobra.
La economía estadounidense tampoco levanta
En Estados Unidos, el panorama es igualmente sombrío. La Reserva Federal de Atlanta ajustó a la baja su proyección de crecimiento del PIB del primer trimestre, pasando de una contracción de 2.4% a una más severa de 2.7% en términos trimestrales anualizados.
A esta revisión se suma un deterioro notable en los indicadores de confianza. El índice de confianza del consumidor del Conference Board cayó hasta los 86 puntos en abril, su nivel más bajo desde mayo de 2020, reflejando el pesimismo de los hogares estadounidenses frente al desempeño económico.
Bolsa Mexicana rompe racha positiva
Toma de utilidades detiene avance del IPC
Tras nueve jornadas consecutivas de ganancias, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) registró una corrección. El Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) cayó 2.40%, cerrando en 55 mil 613.43 unidades. Esta baja responde a una toma de utilidades, natural después de un rally tan prolongado, pero también refleja las tensiones latentes en el entorno financiero global.
El descenso representó una pérdida de 1,366.70 puntos, arrastrada por las caídas en algunas de las emisoras más bursátiles. El retroceso de la BMV se inscribe en una jornada mixta para los mercados globales.
Wall Street mantiene el paso firme
A pesar del panorama económico poco alentador, los índices accionarios en Estados Unidos cerraron con ganancias. El Nasdaq avanzó 0.55% hasta los 17,461.32 puntos; el S&P 500 ganó 0.58%, cerrando en 5,560.79; y el Dow Jones subió 0.75%, alcanzando los 40,527.62 puntos.
Estos resultados parecen responder más a movimientos técnicos y expectativas sobre futuros recortes de tasas que a una mejora real en los fundamentos económicos.
Petróleo a la baja por temor comercial
En el mercado de materias primas, el precio del crudo también se vio afectado. El WTI perdió 2.82%, cotizando al cierre en 60.30 dólares por barril. El fortalecimiento del dólar y el temor de que una guerra comercial prolongada debilite la demanda global de energéticos fueron los principales factores detrás de esta caída.
Este descenso añade presión a las economías exportadoras y a los mercados emergentes, como México, que dependen en parte de las materias primas para sostener su balanza comercial.
Estabilidad frágil en el horizonte económico
El cierre estable del peso mexicano no debe interpretarse como un signo de fortaleza, sino como una pausa en medio de una tormenta de incertidumbre económica. Con los datos del PIB a punto de ser revelados, tanto México como Estados Unidos se enfrentan a un entorno desafiante, donde las decisiones de política económica y monetaria jugarán un papel clave en el corto plazo.
El mercado cambiario, por ahora, se mantiene en equilibrio. Pero la tensión en los mercados globales, las señales de debilidad económica y la persistente volatilidad geopolítica sugieren que esta estabilidad es más frágil de lo que aparenta.