La sombra de Donald Trump planea sobre la estabilidad comercial de Norteamérica. En medio de advertencias desde Washington sobre el fin del T-MEC revisión 2025, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, mantiene una postura de firmeza y optimismo. Los datos internos respaldan que México buscará mantener el acuerdo a toda costa, mientras una nueva estrategia de inversión se pone en marcha.
La contundente respuesta de Ebrard a las amenazas desde Washington
Desde Cuernavaca, Morelos, en el marco del STS Forum Latam 2025, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, abordó la incertidumbre generada por las recientes declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien afirmó que el Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) «vence en aproximadamente un año» y podría expirar o ser reemplazado por otro acuerdo.
El mandatario estadounidense acusó a México y Canadá de haberse «aprovechado» de Estados Unidos. A pesar de estas amenazas, Ebrard declaró el 05 de diciembre de 2025 que no ve indicios de que el T-MEC vaya a terminar.
Ebrard mantuvo una postura diplomática respecto al exabrupto de Washington:
> «Yo respeto mucho el espacio de las declaraciones del presidente Trump, no me corresponde discutir con él nada. No es mi tarea; sin embargo, hoy mismo mientras platicamos está el proceso de consultas en Estados Unidos. Entonces, en términos del proceso de revisión del tratado, hasta hoy no tengo ninguna señal que me diga que no se va a seguir adelante.»
El proceso de revisión del tratado: una postura unánime en México
La declaración del presidente Trump coincidió con el inicio de la audiencia pública previa a la revisión del tratado que está a cargo de la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés).
- En este proceso participan grupos agrícolas, empresariales y políticos.
- La audiencia se extenderá hasta el viernes de esa semana.
- El secretario Ebrard informó que las negociaciones con Estados Unidos «van por buen camino».
Respecto a las consultas internas realizadas por el gobierno mexicano, el reporte oficial con las aportaciones de todos los sectores se entregará en enero. Ebrard adelantó datos cruciales: «Ya tengo todas, solamente me falta la que va a entregar el Senado, pero puedo adelantar que alrededor de 90 por ciento de las ponencias recibidas coinciden en que el T-MEC debe mantenerse«.
Además, al abordar las negociaciones para que Estados Unidos retire aranceles a productos clave, destacó la posición de México:
- El país mantiene actualmente la mejor posición arancelaria relativa frente a otras naciones, incluido Canadá.
- Los productos sujetos a estas negociaciones incluyen acero, aluminio, autos y jitomate.
La nueva estrategia económica: inversión privada como contrapeso
En paralelo a la defensa del T-MEC, el gobierno federal impulsa una nueva estrategia de crecimiento. Ebrard informó sobre la creación de un consejo para la promoción de inversiones, acordado el martes entre la presidenta Claudia Sheinbaum y un grupo de empresarios.
- Objetivo central: Acelerar la inversión privada hasta alcanzar el 25 por ciento del PIB.
- El ambiente de la reunión, según el secretario, fue «distinto»: «He ido a 20 reuniones donde preguntas lo mismo y te responden lo mismo. La del martes fue una reunión muy útil, muy interesante, porque no era ese el ambiente».
- La próxima reunión de este consejo se realizará después del Foro Económico de Davos.
Sobre la confianza en la continuidad comercial, el texto subraya que la presidenta Sheinbaum confía en que podrá acordar con Donald Trump, asegurando que “Todo saldrá bien”. Es relevante notar que la presidenta Sheinbaum canceló su participación en el STS Forum Latam 2025 debido a un viaje a Estados Unidos para presenciar el sorteo de la Copa del Mundo 2026.
La tensión comercial entre México y Estados Unidos persiste, anclada en la retórica política de Donald Trump. No obstante, las cifras presentadas por el secretario Ebrard, junto con la activa agenda económica de la presidenta Sheinbaum para fomentar la inversión, sugieren que México está preparado para afrontar la revisión del T-MEC desde una posición de fortaleza y consenso interno. La clave residirá en si la solidez económica puede superar la volatilidad política en Washington.
