
La firma que estrecha lazos entre dos revoluciones
En medio de un contexto geopolítico complejo y con Latinoamérica redefiniendo sus alianzas, Morena y el Partido Comunista de Cuba (PCC) han sellado un pacto que no solo apunta a la cooperación política, sino a la consolidación ideológica entre dos gobiernos que se dicen cercanos por su historia de lucha social.
Este acuerdo de intercambio y cooperación, anunciado desde La Habana, reaviva los vínculos entre Cuba y México con un fuerte componente simbólico: reafirmar su solidaridad en medio de las presiones internacionales.
Un acuerdo con mensaje: el trasfondo político de la visita de Morena a Cuba
Una visita que trasciende lo diplomático
La secretaria general de Morena, Carolina Rangel Gracida, viajó a La Habana para participar en el Encuentro Internacional de Solidaridad con Cuba, pero su presencia en la isla fue mucho más que protocolaria. La firma del acuerdo con el PCC marcó un punto alto en la visita, reforzada con un diálogo directo con el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel.
Durante el encuentro, Díaz-Canel expresó su aprecio:
“Estamos muy contentos con su visita a Cuba. Sentimos un aprecio profundo por la solidaridad con que nos apoyan”.
Por su parte, Rangel subrayó que la nueva generación de Morena seguirá consolidando la historia de lucha conjunta entre ambos pueblos.
Un lazo ideológico en tiempos de redefinición global
En un momento en que América Latina enfrenta nuevos realineamientos políticos, el acuerdo entre Morena y el PCC fortalece un eje de izquierda regional. Aunque no es un pacto de Estado, su simbolismo es poderoso: muestra que las estructuras partidarias siguen siendo vehículos clave para las alianzas internacionales.
Morena no es el Estado mexicano, pero al ser el partido en el poder y con miras a mantener el control en las elecciones de 2024, cualquier movimiento suyo repercute en la política exterior del país.
¿Qué implica el acuerdo Morena-PCC?
Intercambio, aprendizaje y cooperación política
Aunque no se ha detallado el contenido completo del acuerdo, Rangel enfatizó en redes sociales que se trata de cooperación, aprendizaje e intercambio, lo que sugiere acciones en formación política, estrategia electoral, y quizás, metodologías de organización territorial.
Este tipo de convenios no son nuevos para el PCC, que durante décadas ha mantenido alianzas con partidos de izquierda en todo el mundo. Sin embargo, la firma con Morena es especialmente significativa porque:
- Morena gobierna una de las principales economías de América Latina.
- México ha sido históricamente un aliado crítico pero cercano de Cuba.
- La relación refuerza el bloque de apoyo a la isla en momentos de aislamiento internacional.
Morena y Cuba: una relación con historia
De Cárdenas a López Obrador: solidaridad constante
México fue el único país latinoamericano que no rompió relaciones diplomáticas con Cuba tras la Revolución de 1959. Desde Lázaro Cárdenas hasta Andrés Manuel López Obrador, la relación ha estado marcada por gestos de respeto, intercambio cultural y respaldo político, aunque con matices.
Durante el gobierno de AMLO, la cercanía con La Habana se ha intensificado:
- En 2021, México envió ayuda humanitaria a Cuba en medio de una crisis sanitaria.
- En 2022, médicos cubanos fueron contratados para cubrir plazas rurales en México.
- En múltiples foros, AMLO ha defendido abiertamente al gobierno de la isla y criticado el embargo estadounidense.
El papel de Carolina Rangel y la nueva generación de Morena
Rangel representa una nueva camada dentro de Morena, más joven, pero igualmente comprometida con los principios fundacionales del partido. En su discurso, evocó el concepto de “historia de lucha”, posicionándose como parte de una continuidad revolucionaria.
Este mensaje busca fortalecer la identidad ideológica de Morena y también hablarle a su base militante más radicalizada, que valora la conexión con proyectos como el cubano o el venezolano.
Implicaciones regionales y percepción pública
Reacciones en México y el extranjero
A pesar de que el convenio no fue ampliamente cubierto en medios nacionales, sí generó debate en redes sociales y círculos académicos, donde se discutieron los siguientes puntos:
- ¿Es prudente aliarse con un partido que gobierna bajo un sistema unipartidista?
- ¿Cuál es el mensaje hacia Estados Unidos y la comunidad internacional?
- ¿Cómo afecta esto la narrativa de Morena rumbo a 2024?
En términos prácticos, el acuerdo tiene más peso simbólico que operativo, pero en política internacional, los símbolos también comunican intenciones. En este caso, la intención es clara: mantener viva la llama de la solidaridad entre las izquierdas latinoamericanas.
Cuba y México: solidaridad en tiempos difíciles
Más allá del documento: lo que no se dijo
El mensaje de Rangel en redes sociales, al describir el convenio como un honor, deja entrever que el acercamiento tiene una carga emocional y política importante para Morena. En contraste, el silencio oficial del gobierno mexicano refuerza la idea de que se trata de una acción partidista, no institucional.
Sin embargo, en la práctica, los límites entre partido y gobierno en Morena han sido porosos desde su fundación, lo que permite interpretar este acuerdo como parte de una estrategia internacional más amplia.
¿Una nueva etapa en la relación Cuba-Morena?
La firma del acuerdo entre el Partido Comunista de Cuba y Morena marca un momento simbólico dentro del mapa político latinoamericano. En un escenario de polarización ideológica, Morena reafirma su identidad y sus alianzas internacionales.
Este tipo de convenios envían mensajes claros a la comunidad política, tanto en México como fuera: Morena no teme alinearse con proyectos de izquierda histórica como el cubano, aun si esto puede generar incomodidad diplomática.
A futuro, este acuerdo podría derivar en programas de formación política, intercambios académicos o incluso estrategias de organización electoral compartidas. Lo cierto es que, más allá del documento firmado, se ha reactivado un vínculo que combina ideología, historia y geopolítica.