El pulso entre el sector primario y el Gobierno federal escala. Organizaciones agrícolas y de transportistas han convocado a un paro nacional para el próximo 24 de noviembre. La jornada incluirá bloqueos en carreteras, tomas de aduanas y cierres de pasos fronterizos, buscando presionar a la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum por demandas claves como la controversial Ley de Aguas.
La fecha y la sinergia de los gremios en la protesta
La movilización está prevista para el 24 de noviembre. Este paro nacional, confirmado por la Asociación Nacional de Transportistas (ANTAC), se realizará en conjunto con el Frente Nacional para el Rescate del Campo Mexicano (FNRCM) y el Movimiento Agrícola Campesino (MAC).
El anuncio de esta sinergia se hizo en conferencia de prensa frente al Palacio Nacional, donde cientos de campesinos y transportistas provenientes de diversos estados del país se concentraron. Los gremios han cumplido los acuerdos pactados, señalando en un comunicado que: “A partir de hoy, cada bloqueo campesino será también un bloqueo transportista, y cada demanda del transporte será una exigencia del campo”. La fórmula de presión ya ha funcionado en el pasado para que el Gobierno de Claudia Sheinbaum atienda sus reclamos.
Ángel Rodríguez Gómez, productor de Chihuahua y dirigente del Frente Nacional para el Rescate del Campo Mexicano, detalló la magnitud de la participación:
- Estamos participando 25 estados.
- En la última manifestación nos movilizamos alrededor de 500 mil agricultores y agricultoras.
Rodríguez Gómez enfatizó que la participación de la mujer campesina es de suma importancia, ya que son ellas quienes enfrentan la peor parte de la crisis económica.
El pliego petitorio: Ley de Aguas y seguridad carretera
El pliego petitorio que impulsa esta movilización masiva busca exigir mejores condiciones laborales, precios justos para sus productos agrícolas y medidas urgentes de seguridad. Incluye cinco puntos clave:
- Rechazo a la aprobación acelerada de la Ley de Aguas Nacionales propuesta por la presidenta Sheinbaum.
- La exclusión de los granos básicos del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
- La creación de una banca de desarrollo para el campo, que fue desaparecida por el expresidente Andrés Manuel López Obrador.
- Precios de garantía justos para las cosechas y la prevención de precios injustos.
- Mayor seguridad en las carreteras federales para evitar riesgos y extorsiones.
El punto más polémico: la Ley de Aguas
El conflicto por la Ley de Aguas Nacionales se intensificó debido a la intención del bloque oficialista, formado por Morena, el PVEM y el PT, de acelerar su discusión en el Congreso antes del 15 de diciembre.
El punto más polémico recae en que las concesiones para el uso del agua ya no podrán ser transmitidas entre particulares. Estas deberán volver al Estado para que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) las reasigne. Si bien la justificación oficial para esta prohibición es acabar con el mercado ilegal de concesiones de agua que se ha creado en el país, los campesinos argumentan que la medida les imposibilita heredar o vender sus tierras, ya que sin el permiso para el uso del agua, estas pierden su valor.
Demandas de seguridad y el transporte de carga
Janete Chumacero, vocera de los transportistas, detalló las exigencias en materia de seguridad para el transporte de carga pesada:
- Se pide la prevención de delitos en tramos carreteros.
- Cierre definitivo de los tramos donde existen entradas y salidas irregulares.
- Creación de paradores seguros con prontitud, con la especificación de cómo será su administración y servicio.
- Creación de fiscalías especializadas y determinadas exclusivamente a denuncias e investigaciones de delitos al transporte de carga pesada.
Los transportistas han denunciado, además, la extorsión de la que son víctimas por parte de elementos de la Guardia Nacional.
La estrategia de presión máxima: tomas de aduanas
Los líderes de las organizaciones han dibujado una hoja de ruta que implica la radicalización de las movilizaciones.
Los transportistas informaron que su forma de lucha volverá a ser las carreteras, con bloqueos selectivos. «Vamos a tapar el tránsito de las mercancías, no vamos a detener el tránsito de autos privados, ni de pasajeros», detallaron.
La medida más fuerte será la toma de las aduanas, descrita como una «forma de presión máxima para ser atendidos por el Gobierno Federal en su máxima representación». Los manifestantes buscan ejercer presión en al menos 25 entidades para forzar al Gobierno federal a atender sus problemas y demandas.
El Movimiento Agrícola Campesino (MAC) pidió disculpas anticipadas a los conductores que se verán afectados por las manifestaciones, explicando que entre sus principales demandas está conseguir precios justos para productos básicos como el maíz. Por su parte, el FNRCM agregó que el sector demanda poner un freno a las importaciones desleales que afectan al campo mexicano, sosteniendo que la protesta es un llamado a la acción para «salvar el pilar fundamental de nuestra economía y soberanía: ¡El sector primario!».
Sitios potenciales de bloqueo
Aunque los organizadores no han dado a conocer cuáles serán las vías bloqueadas para el 24 de noviembre, la última vez que miembros del MAC salieron a las calles bloquearon los siguientes espacios, lo que sugiere posibles puntos de afectación:
- Sinaloa: Casetas San Miguel Zapotitlán (Ahome), Cuatro Caminos (Guasave), El Pisal (Navolato), y carreteras La Platanera, Caimaneros, Los Chinitos y Angostura.
- Tamaulipas: Carretera Federal 85 (México–Laredo) y el punto “La Y” en Ciudad Mante.
- Zacatecas: Caseta de Calera (carretera Zacatecas–Aguascalientes).
- Jalisco: Autopista Guadalajara–Colima (kilómetro 40, Macrolibramiento), carretera Guadalajara–Morelia (a la altura de Acatlán de Juárez) y Región Ciénega (tramo Atotonilco El Alto-La Barca).
- Otros estados: Caseta Arco Norte 1 en Hidalgo, tramos de la México 15 en Sonora, carretera Panamericana en Chihuahua, y la carretera Federal 45 en Guanajuato.
El diálogo roto y la exigencia a la presidencia
El diálogo con el oficialismo se ha estancado. Un día antes del anuncio del paro, los agricultores fueron citados y posteriormente «plantados» por diputados de Morena en la Cámara baja. Entre ellos, no se concretó la reunión programada con Alfonso Ramírez Cuéllar, vicecoordinador de la bancada.
Los campesinos han puesto como condición para reconsiderar la movilización la disposición del Gobierno para instalar una mesa de diálogo. Su apuesta máxima es que sea la propia presidenta Sheinbaum quien se siente con ellos para escuchar sus demandas, sin la mediación de los secretarios de Estado.
La radicalización de la postura del sector primario subraya la profunda brecha entre las políticas federales y las necesidades del campo. Si la inminente crisis de seguridad y la disputa por el agua no son atendidas de inmediato, ¿esta presión máxima de bloqueos y tomas de aduanas forzará finalmente al Gobierno a ceder, o solo profundizará el conflicto social y económico?










