El gobierno de México ha reafirmado su compromiso con la estabilidad de la deuda pública y la continuidad de la consolidación fiscal, un objetivo bienvenido por economistas de Banamex. Sin embargo, la presentación del paquete económico 2026 genera un minucioso escrutinio sobre sus proyecciones y los retos inherentes. Este análisis expone las claves de la propuesta hacendaria y las advertencias de los expertos.
La visión positiva de Banamex y el entorno macroeconómico
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) entregó el paquete económico para 2026, un documento que, según economistas de Banamex, resulta positivo. Resaltan el compromiso gubernamental de mantener estable la deuda pública y dar continuidad al proceso de consolidación fiscal iniciado este año.
En un contexto de dinamismo en los mercados, el peso mexicano ha mostrado fortaleza, registrando una apreciación diaria del 0.15 por ciento frente a la divisa estadounidense, para cerrar en el mercado interbancario en 18.6297 pesos por dólar spot. Este dato precede el análisis detallado del paquete fiscal.
Los especialistas de Banamex reiteraron su perspectiva positiva, señalando que «consideramos positivo el que se reafirme el compromiso de estabilizar la deuda pública tras el incremento acelerado registrado entre 2020 y 2024». Destacaron que el proyecto de presupuesto «da continuidad al proceso de consolidación fiscal considerando, en parte, incrementos en ingresos mediante medidas de eficiencias y otras medidas no tributarias, lo cual también es bienvenido».
En línea con estas «medidas no tributarias», el gobierno propone que no sean deducibles las tres cuartas partes de las cuotas que los bancos privados pagan al IPAB, un punto que generó que los bancos declinaran opinar sobre la propuesta específica.
Desafíos y cifras del Paquete Económico 2026
El paquete económico para el siguiente año proyecta un crecimiento de la economía en un rango de entre 1.8 y 2.8 por ciento. Paralelamente, estima ingresos por 8.7 billones de pesos y un gasto de 10.1 billones de pesos, cifras que delinean la magnitud de las finanzas públicas propuestas.
En este marco, la administración propuso un déficit del 4.1 por ciento, lo que significa que el gasto supera a los ingresos. Sobre este punto, los economistas de Banamex detallaron que «ahora se proponen mayor gasto, déficit y deuda pública que antes». Alertaron sobre un riesgo: «para lograr mantener la deuda pública como porcentaje del PIB constante se utilizan estimaciones de tipo de cambio muy diferentes al consenso de analistas, por lo que se corre el riesgo de observar una revisión al alza el próximo año, como ocurrió en el presente».
Además, los analistas de Banamex advirtieron que «se posterga una solución estructural de mediano plazo que incluya un fortalecimiento significativo de los ingresos tributarios (incluyendo los subnacionales) y que los acerque a niveles de recaudación de países similares, así como contemplar un gasto que atienda los rezagos en infraestructura, educación y salud generados por los recortes y la ineficiente asignación del presupuesto de los últimos años».
BX+ advierte sobre supuestos económicos y riesgos a largo plazo
Por separado, el área de estudios económicos de Ve por Más (BX+) subrayó que el compromiso de Hacienda con la estabilidad fiscal es una condición indispensable para la estabilidad macroeconómica. Esta, a su vez, debe ir de la mano con la autonomía del Banco de México y una sólida posición externa para asegurar un panorama favorable.
No obstante, BX+ señaló un factor que podría complicar el logro de las metas fiscales: los supuestos económicos presentados. Específicamente, indicaron que «la dependencia puede sobreestimar el ingreso, por un mayor crecimiento del PIB, y subestimar el costo financiero, a través de la expectativa de fuertes reducciones adicionales en las tasas de interés».
La firma financiera matizó que estas estimaciones son «en parte compensado por una estimación conservadora en el precio de la mezcla mexicana». Además, reconoció que «la administración ha demostrado capacidad y disposición para ajustar el gasto cuando es necesario», aunque advirtió que «es posible que cada vez haya un menor espacio para esto».
Finalmente, BX+ proyectó una preocupación a largo plazo, indicando que «en un horizonte mayor, la estabilidad en los niveles de endeudamiento puede verse comprometida por diversos elementos». Entre ellos, no descartan «que la economía mexicana presente en los próximos años un débil crecimiento económico, acompañado por una inflación y tasas de interés relativamente elevadas».
La visión de los economistas subraya que, si bien el compromiso con la estabilidad fiscal es un pilar, los desafíos en la implementación y la necesidad de soluciones estructurales de largo plazo persisten. ¿Podrá la administración navegar un escenario macroeconómico complejo sin comprometer la senda de consolidación fiscal?