
La alianza inconfesable del PAN-QR con el cuatroteísmo caribeño llegó a un nuevo nivel de sumisión.
Cuando parecía que el arrastrado servilismo del panismo de Quintana Roo hacia el gobierno morenista no podía ser más vergonzoso, los regidores albiazules decidieron doblar la apuesta y entregaron en charola de plata la autonomía municipal.
Los cabildos —todos con mayoría morenista— aprobaron reformas constitucionales para que los ayuntamientos cedan sus fondos federales en materia de seguridad pública a la Secretaría Estatal de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) para realizar labores de investigación.
Una puñalada a la autonomía municipal que, en cualquier otro lugar, habría sido rechazada por una oposición con un mínimo de dignidad.
Pero en Othón P. Blanco (Chetumal), mientras los regidores de Movimiento Ciudadano votaban en contra, los del PAN… corrieron a levantar la mano a favor de Morena.
Y no solo en el municipio capital, sino en todo el estado.
Es decir, el PAN-QR está feliz de que Morena siga desmantelando los ayuntamientos y centralizando el poder.
Y lo peor: no solo aprobaron este nuevo golpe a la autonomía municipal, sino que, con una desfachatez digna de premio, sus dirigentes presumieron ser una “oposición responsable” por sumarse al régimen.
Porque claro, lo que realmente sería “irresponsable” para ellos es dejar de ser los mejores lacayos del cuatroteísmo caribeño.