El PAN-QR ya capituló rumbo a las elecciones locales de 2027.
Las dirigencias formal —presidida por Reyna Tamayo— y la informal —encabezada por Baltazar Tuyub y el “chilango” Ernesto Sánchez— no solo han confirmado y reconfirmado que el PAN-QR baila al son que le ponen en la 22 de Enero, sino que además han traicionado a su base electoral.
Se entiende que el PAN rechaza nuevos impuestos y aumentos generalizados, sobre todo los cobros recaudatorios sin justificación, y esta postura es en favor de las empresas y el libre mercado.
Pero el PAN no ha dicho nada de nada sobre los aumentos de cobros estatales y municipales. Al contrario, ha alzado la mano en el Congreso del estado y en los municipios.
Deberían de abanderar asuntos como el Visitax o la “contribución” de la Zona Hotelera. Pero, hacen los contrario.
Por ejemplo, el PAN está de acuerdo en dar una carta en blanco al paquete de obras de Benito Juárez (Cancún) y aprobar un cobro de derechos a camiones pesados en Holbox, en el municipio de Lázaro Cárdenas.
“Al diablo” los principios y la doctrina. Los dirigentes del panismo quintanarroense siguen en lo suyo y han optado por mandar todo a volar, empezando por su partido y las posibilidades para el 2027.
La realidad es que el panismo sigue en caída libre y ya está en cuarto lugar.
Pero mantiene una intención del voto de entre el 8 y 11 por ciento, lo cual le asegura algunas pluris, que se entiende serían para Tamayo y sus más incondicionales.
El PAN pierde, pero sus “líderes” ganan







