En un movimiento que ha reavivado la tensión migratoria en california, agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos ejecutaron la «Operación Caballo de Troya» en un Home Depot de Westlake, resultando en la detención de hasta 16 migrantes. Este incidente subraya una controvertida táctica y genera un debate sobre la aplicación de la ley migratoria.
La audaz estrategia de la «Operación Caballo de Troya»
El 20 de junio de 2025, la Patrulla Fronteriza desplegó una táctica inusual: Un camión de alquiler penske fue utilizado como un «Caballo de Troya» en el estacionamiento de un Home Depot en Westlake, al sur de Los Ángeles. Según el diario Los Angeles Times, esta operación, denominada «Operación Caballo de Troya» por el jefe del sector de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, Greg Bovino, culminó con el arresto de hasta 16 personas.
La redada, que se produjo tras semanas de relativa calma, ha reavivado el temor a acciones más extensas, a pesar de una orden judicial federal, confirmada por un panel del tribunal de apelaciones del noveno circuito, que prohíbe a los funcionarios de migración discriminar racialmente o usar patrullas móviles para atacar a los migrantes.
Tácticas encubiertas y el factor sorpresa
El jornalero César, quien asiste a la tienda en busca de trabajo, relató que alrededor de las 6:00 horas, una camioneta amarilla de penske se acercó a los trabajadores congregados. El conductor ofreció empleo en español, atrayendo a varios hombres alrededor del vehículo. En un giro inesperado, alguien, cuya identidad no se precisó, activó la apertura trasera de la camioneta.
Agentes enmascarados, uno de ellos con sombrero de vaquero, emergieron del vehículo y comenzaron a perseguir a las personas, que se dispersaron. «Es la peor sensación que jamás he tenido», expresó César, quien lleva varios años acudiendo a la tienda de mejoras para el hogar para buscar trabajo. Un video en redes sociales capturó el momento exacto en que la parte trasera del camión se abrió, exponiendo la emboscada.
La respuesta oficial y el debate sobre la autoridad federal
Poco después de la redada, el fiscal federal interino Bill Essayli publicó en x: «Para quienes pensaban que la aplicación de la ley migratoria había cesado en el sur de California, piénsenlo de nuevo. La aplicación de la ley federal no es negociable y no hay refugios que escapen al control del gobierno federal». Esta declaración refuerza la postura gubernamental de continuidad en las acciones migratorias, independientemente de las percepciones de la comunidad.
Por su parte, Penske Truck Rental, al ser consultada, aseguró que está investigando el incidente. Randolph P. Ryerson, portavoz de la empresa, declaró: «La empresa no fue informada de que sus camiones se utilizarían en la operación de hoy y no la autorizó». Penske puntualizó que prohíbe estrictamente el transporte de personas en el área de carga de sus vehículos bajo cualquier circunstancia y anunció que se pondrá en contacto con el dhs para reforzar su política y evitar el uso indebido de sus vehículos en el futuro.
La «Operación Caballo de Troya» no solo expone las tácticas crecientemente audaces de las autoridades migratorias, sino que también pone de manifiesto la delgada línea entre la aplicación de la ley y el respeto a los derechos humanos y la confianza pública. ¿Cómo se equilibrará la necesidad de control migratorio con la protección de los ciudadanos y las libertades civiles en un contexto de creciente polarización y miedo en las comunidades migrantes?