La región del Mediterráneo oriental se prepara para enfrentar días críticos. Una inminente ola de calor amenaza a Grecia, Turquía y Chipre con temperaturas extremas que superarán los 40 grados, generando una preocupación creciente entre las autoridades y el público. Este fenómeno climático, programado para alcanzar su máxima intensidad, exige precauciones urgentes y revela la vulnerabilidad de la infraestructura ante eventos extremos.
Crisis climática en el Egeo: Grecia bajo el impacto del calor extremo
En Atenas, el 21 de julio de 2025, a las 20:44, la situación en Grecia es de máxima alerta. El Servicio Meteorológico griego (EMY) ha reportado que los termómetros ya marcaron 41 grados este lunes en diversas zonas. Se espera que a partir de mañana, las temperaturas asciendan hasta los 43 grados en el sur y centro del país, sin previsión de descenso hasta el próximo sábado. Esta escalada térmica sitúa a la nación helénica en una coyuntura crítica.
Medidas de emergencia y prevención de desastres
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Ante la gravedad del pronóstico, las autoridades griegas han intensificado las medidas preventivas. Los bomberos se encuentran en alerta máxima, preparados para intervenir ante cualquier brote ígneo. Las Fuerzas Armadas, por su parte, realizan patrullas constantes y mantienen maquinaria pesada lista para una respuesta rápida en caso de incendios forestales. El gobierno ha implementado además disposiciones especiales en las áreas más afectadas, incluyendo pausas laborales obligatorias durante las horas más calurosas del día para trabajadores al aire libre, como los obreros de la construcción, subrayando la prioridad en la salud de las personas más vulnerables.
Turquía y Chipre se suman a la emergencia regional
La ola de calor no se confina a Grecia. En Turquía, las autoridades han emitido alertas por temperaturas que superarán los 35 grados en gran parte del país, con picos de hasta 45 grados a la sombra en provincias del sureste de Anatolia. La preocupación principal se centra en el riesgo de incendios forestales. La víspera, un incendio devastó la provincia de Sakarya, al noroeste del país, forzando la evacuación de dos vecindarios y resultando en la destrucción de numerosas viviendas, un antecedente alarmante para los próximos días.
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Simultáneamente, Chipre enfrenta un escenario similar, con el Servicio Meteorológico del país pronosticando temperaturas de hasta 40 grados en el interior de la isla. La región en su conjunto se halla bajo una presión climática sin precedentes, que pone a prueba la capacidad de respuesta y adaptación de sus gobiernos y sociedades. La urgencia de la situación subraya la necesidad de una preparación exhaustiva y una conciencia colectiva ante el embate de fenómenos meteorológicos extremos.
