El ambiente económico en México sigue mostrando señales de alarma. Por noveno mes consecutivo, la confianza empresarial México 2025 se mantuvo en terreno de contracción, una racha que refleja un creciente pesimismo entre el sector privado. Los datos de noviembre confirman un deterioro significativo, impactando las decisiones de inversión y producción a corto plazo en la Ciudad de México.
La contracción se agudiza: el indicador global cae por segunda vez consecutiva
Los datos reportados el 02 de diciembre de 2025 por Clara Zepeda indican que la confianza empresarial se mantuvo en terreno de contracción por noveno mes consecutivo. El Indicador Global de Opinión Empresarial de Confianza (Igoec) se ubicó en 48.3 puntos en noviembre de 2025, lo que representó un descenso de 0.2 puntos mensuales, marcando el segundo descenso de manera seguida.
Con esta medición, el consenso de empresarios refleja un mayor pesimismo, pues en su comparación anual el Igoec retrocedió 3.2 puntos.
El Igoec, que es el promedio ponderado de los indicadores de los cuatro sectores que lo integran (manufactura, construcción, comercio y servicios privados no financieros), cerró noviembre en zona de contracción ya que se sitúa por debajo del umbral de los 50 puntos, que es el nivel que explica la expansión. Asimismo, en su medición anual, el indicador ligó 19 lecturas a la baja, lo que, según datos proporcionados por Inegi, evidencia una debilidad económica prolongada en el país.
Los factores detrás del pesimismo: de la inversión a los aranceles
En medio de una debilidad económica persistente, retos inflacionarios, las expectativas generadas por la revisión del T-MEC y la inversión, el Indicador Global de Opinión Empresarial de Confianza de noviembre mostró un franco retroceso, tanto mensual como anual.
El mayor deterioro se observó específicamente en tres variables clave:
- La situación económica del país.
- El momento adecuado de inversión.
- Los rubros de expectativas relacionados a los aranceles (capacidad de planta y exportaciones).
La confianza empresarial, que mide el ‘humor’ de los empresarios, es una variable que condiciona directamente las decisiones de producción e inversión a corto y mediano plazo. El reporte señaló que el mayor deterioro en promedio se concentró en el momento adecuado para invertir y la situación económica de la empresa. No obstante, la situación económica del país también se consolidó como un foco central de preocupación para los empresarios.
El termómetro sectorial: Cuatro de cuatro en descenso anual
Aunque solo el sector de la construcción avanzó en su medición mensual, los cuatro sectores que integran el Igoec mostraron descensos en su medición anual.
La manufactura sigue en terreno negativo
El indicador de confianza del sector manufactura se mantuvo con debilidad, ubicándose en 48.4 puntos. Este dato representó 0.5 puntos menos que en octubre pasado y 3.5 unidades menos en su comparación anual. Con ello, el indicador se sitúa, por noveno mes consecutivo, por debajo del umbral de los 50 puntos, lo que se traduce en un persistente pesimismo.
Construcción mantiene la racha de contracción
A pesar de ser el único sector con avance mensual, el Índice de Confianza Empresarial (ICE) de construcción se ubicó en 46.0 puntos en el penúltimo mes de 2025. Este nivel es resultado de un aumento de 0.2 puntos en su comparación mensual, pero una caída de 3.2 puntos anual. Con este resultado, el indicador se mantiene por 15 meses consecutivos por debajo del umbral de los 50 puntos.
Comercio y servicios también resienten la caída
- Comercio: El indicador decreció 0.2 puntos respecto al mes previo y 4.2 puntos anual, para colocarse en 47.6 puntos. De esta manera, el indicador se posiciona, por noveno mes seguido, por debajo del umbral de expansión.
- Servicios privados no financieros: Bajó 0.1 puntos en relación con el mes inmediato anterior y se estableció en 49.1 puntos. Con este dato, el indicador se sitúa, por segundo mes consecutivo, por debajo del umbral de los 50 puntos.
Ante la incertidumbre comercial mundial, así como por la desaceleración observada en las actividades económicas, se considera que el consenso de empresarios mantendrá su postura cautelosa. Este panorama subraya la necesidad de analizar si la debilidad económica es estructural o meramente coyuntural, pues la desconfianza continuada amenaza la estabilidad de las decisiones de producción e inversión futuras.
