En un giro crítico de la ofensiva en la franja de Gaza, Israel ha comenzado la expulsión de miles de gazatíes hacia el sur, mientras alista una nueva operación militar en áreas densamente pobladas. Esta escalada, en agosto de 2025, profundiza la crisis humanitaria y el complejo escenario político en la región.
La directriz de evacuación y la inminente ofensiva
El ejército de Israel inició ayer el proceso de expulsión de los residentes de la ciudad de Gaza en dirección al sur del territorio. Esta acción se produce mientras avanzan los planes para una ofensiva militar en algunas de las áreas más pobladas del enclave palestino. Los ataques de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) continúan, y autoridades de la defensa civil reportaron que al menos 40 palestinos, incluidos 21 solicitantes de ayuda, fueron asesinados.
Avichay Adraee, vocero en árabe del ejército israelí, comunicó la instrucción de evacuación en su cuenta de X. Según Adraee, la orden se emitió “de conformidad con las órdenes de la clase política y en el marco de los preparativos militares para trasladar a la población civil de las zonas de combate al sur de la franja de Gaza”. El portavoz también anunció el comienzo, a partir de ayer, del suministro de “tiendas de campaña y equipos de refugio a los residentes” en la zona sur.
El material de apoyo humanitario, según el portavoz, será entregado por equipos de la Organización de Naciones Unidas y asociaciones civiles internacionales. La entrega se realizará a través del cruce de Kerem Shalom, en el sur gazatí, “después de ser sometido a una cuidadosa inspección por parte del personal de la Autoridad de Cruces Terrestres del Ministerio de Defensa”.
El ejército de Israel no ofreció comentarios sobre cuándo comenzará el traslado masivo de palestinos. Sin embargo, el ministro de Defensa, Israel Katz, expuso en redes sociales que “ahora estamos en la etapa de discusiones para finalizar el plan para derrotar a Hamas en Gaza”.
El devastador balance humanitario de la ofensiva israelí
La intensificación de los ataques ha tenido un costo humano devastador. Un ataque aéreo israelí en Gaza mató ayer a una bebé y a sus padres, según informaron autoridades del hospital Nasser y testigos, sumándose al creciente saldo del día. Paralelamente, una joven palestina, evacuada a Italia desde el enclave costero con un grave nivel de desnutrición, falleció en un hospital de la ciudad de Pisa, donde los médicos no pudieron revertir su delicado estado de salud.
El Ministerio de Salud del enclave palestino informó un total de 61 mil 827 personas muertas y 155 mil 275 heridos desde el inicio de la ofensiva israelí contra el movimiento de resistencia islámica en octubre de 2023. Las FDI, por su parte, cuestionan estas cifras, afirmando que “las instituciones en Gaza están controladas por el movimiento islamita Hamas”, las cuales son “conocidas por registrar muertes no relacionadas con el conflicto”.
Posturas y negociaciones: La estrategia de Israel y la propuesta de hamás
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, insistió en que para terminar la guerra es fundamental la liberación de todos los rehenes. Además, amenazó con “saquear” la ciudad de Gaza, a menos que Hamas acepte cumplir todas las demandas de su gobierno, según reportó el *New York Post*.
La declaración del premier se produce después de que el medio estadunidense informara que Hamas envió un mensaje a los mediadores en El Cairo esta semana, expresando, por primera vez, su disposición para un “acuerdo parcial”. Este acuerdo incluiría la liberación de 10 rehenes vivos y 18 muertos a cambio de un cese del fuego de 60 días y la liberación de prisioneros palestinos.
El descontento interno en Israel
La anunciada ofensiva israelí ha generado un significativo descontento dentro de Israel. Las principales universidades israelíes, decenas de organizaciones y unas 70 autoridades locales anunciaron su participación en un “día nacional de paro”, programado para hoy. La protesta, impulsada por las familias de rehenes y de personas fallecidas, busca manifestar su oposición a la ofensiva, ante la preocupación de que esta pueda suponer la muerte de los cautivos que aún retiene Hamas en la franja de Gaza.
La escalada de la ofensiva israelí y la expulsión masiva de civiles dibujan un panorama desolador, donde la búsqueda de la victoria militar se entrelaza con una crisis humanitaria sin precedentes y un descontento creciente. En este complejo tablero, ¿prevalecerá la contundencia militar o la búsqueda de un cese al fuego humanitario?