
La elección judicial del 1 de junio será histórica, no solo por su impacto nacional, sino por la participación inédita del Colegio Nacional del Notariado Mexicano en los conteos distritales, un respaldo legal que puede ser decisivo.
Un respaldo inédito: notarios en los consejos distritales
Por primera vez en una elección de este tipo, los 300 consejos distritales del país podrán contar con la presencia del Colegio Nacional del Notariado Mexicano A.C., que certificará el conteo de votos si el Instituto Nacional Electoral (INE) así lo solicita. Esta medida busca reforzar la certeza jurídica en un proceso inédito en la democracia mexicana.
La palabra clave: certeza
Ricardo Vargas Navarro, presidente del Colegio, dejó claro que los casi 5 mil despachos notariales distribuidos en las 32 entidades federativas estarán disponibles para certificar los procedimientos que el INE determine relevantes durante la jornada electoral y los cómputos distritales que le seguirán.
“Si para esos conteos nos piden apoyo como notariado, estaremos ahí para apoyar”, declaró Vargas en entrevista.
El respaldo notarial no será automático: solo intervendrán si alguna autoridad electoral lo solicita formalmente.
¿Qué pueden certificar los notarios durante la elección?
1. Conteo de votos distritales
Durante los 10 días posteriores a la elección, se realizarán los cómputos distritales. Si el INE detecta irregularidades, errores o necesita reforzar la legalidad del proceso, podrá solicitar a un notario que dé fe de la legalidad del recuento.
2. Cambios de ubicación de casillas
En situaciones donde un domicilio previamente aprobado para instalar una casilla ya no está disponible —por ejemplo, si el propietario decide no prestarlo— el notariado puede intervenir para certificar el cambio y registrar la nueva ubicación con validez legal.
3. Cierre de casilla con fila de votantes
Otra posible intervención sería durante el cierre de las casillas. Si aún hay ciudadanos formados para votar, el notario podrá dar fe de ello, garantizando que se respete el derecho al sufragio de quienes estén en la fila antes de la hora límite.
¿Qué no pueden hacer los notarios?
Es importante subrayar que los notarios no intervendrán en actos relacionados con posibles delitos electorales. En esos casos, la competencia es exclusivamente del Ministerio Público.
Presencia en territorio: un despliegue nacional
El Colegio Nacional del Notariado tiene la capacidad de movilizar a más de 100 mil personas para respaldar a las autoridades electorales. Esta cifra incluye personal auxiliar, administrativos y más de 4,800 notarios distribuidos por todo el país. En estados como Quintana Roo, Campeche y Yucatán, este respaldo es clave, dado el creciente interés electoral y el dinamismo político en la región.
“Estaremos aquí de guardia el día de la elección para cualquier cuestión que se presente”, aseguró Vargas Navarro.
Legalidad a solicitud: una participación condicionada
Uno de los puntos clave es que el notariado actúa solo “a rogación de parte”. Esto significa que no pueden acudir por iniciativa propia, sino que requieren la solicitud explícita de un funcionario con facultades del INE o de un instituto electoral local.
Este diseño legal busca mantener el equilibrio institucional y garantizar que su participación no interfiera con la labor operativa de los consejos distritales, sino que refuerce su legitimidad ante posibles controversias.
¿Por qué es importante este respaldo en 2024?
La elección judicial que se llevará a cabo el 1 de junio es considerada una edición histórica, tanto por su naturaleza como por el contexto político polarizado del país. El involucramiento del notariado puede ser decisivo para evitar crisis de confianza en los resultados.
Este nuevo rol del Colegio de Notarios refleja un avance institucional en el blindaje de los procesos electorales. Aunque su papel es técnico y puntual, puede hacer la diferencia en momentos críticos, como cambios de casillas, conteos impugnados o filas de última hora.
La fe pública al servicio de la democracia
El despliegue del notariado en la elección del 1 de junio representa un giro significativo en la forma en que México asegura la transparencia electoral. Su intervención, aunque limitada, ofrece un respaldo institucional que puede blindar el proceso frente a posibles señalamientos.
Más allá de su rol técnico, la participación del Colegio Nacional del Notariado Mexicano marca un precedente para futuras elecciones, donde la certeza jurídica se volverá aún más crucial ante el clima de alta competencia política.