
En Hermosillo, Sonora, la comunidad se despidió con el corazón roto de Meredith, Medilyn y Karla, víctimas de un trágico crimen. Globos, flores y rezos acompañaron sus féretros, en un adiós que clama por justicia y exige el fin de la violencia contra las mujeres y niñas.
Un adiós entre flores y lágrimas
Las gemelas Meredith y Medilyn, de once años, vieron truncados sus sueños. En lugar de su graduación, sus ataúdes adornados con flores blancas y globos rosados recorrieron la escuela Rafael Santacruz Reyes, donde compañeros y maestros les dieron el último adiós.
- El cortejo fúnebre partió de la casa de su abuela, en la colonia Insurgentes.
- Vecinos y familiares colocaron flores y veladoras.
- Decenas de personas se unieron para caminar junto a las carrozas, acompañadas por rezos y aplausos.
Despedida en la escuela y el barrio
A su paso por la escuela, los estudiantes, con uniformes y rostros llenos de dolor, soltaron globos al viento con mensajes de cariño. La calle donde vivían se convirtió en un pasillo de despedida, con mensajes pintados en carteles y paredes.
Exigencia de justicia y prevención
En el Panteón Municipal Norte, las cuatro cruces fueron colocadas juntas. Familiares, amigos y colectivos feministas acompañaron la sepultura con cantos y rezos. Mientras tanto, la Fiscalía de Justicia de Sonora prepara el caso contra Jesús Antonio, presunto responsable, quien enfrenta cargos por feminicidio agravado, infanticidio, narcomenudeo y delincuencia organizada.
Los colectivos feministas anuncian una protesta, exigiendo que la justicia no se quede en expedientes, sino que se prevengan los casos de violencia contra mujeres y niñas. ¿Hasta cuándo Sonora y México seguirán llorando a sus hijas?