La oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha emitido un contundente desmentido a un artículo de ‘The New York Times’. La nota periodística sugería que el mandatario prolonga la guerra en la Franja de Gaza para mantenerse en el poder. Este es el posicionamiento oficial.
El desmentido oficial
La oficina de Benjamin Netanyahu rechazó de forma categórica las afirmaciones publicadas por ‘The New York Times’ el sábado 12 de julio de 2025. Según el comunicado, el artículo “difama a Israel, a sus valientes gentes y soldados y a su primer ministro”.
Réplica a ‘The New York Times’
El desmentido oficial sostiene que las aseveraciones del diario neoyorquino son “afirmaciones de los rivales políticos de Netanyahu desacreditadas hace mucho tiempo que se presentan como nuevas”. La oficina argumenta que las decisiones del primer ministro han conducido a “una de las remontadas militares más grandes de la historia” para Israel.
Acusaciones contra el primer ministro
Según el artículo de ‘The New York Times’, Benjamin Netanyahu habría rechazado un acuerdo que permitiría la liberación de 30 rehenes tras un ultimátum del ministro de Finanzas y líder del Partido Nacional Religioso-Sionismo Religioso. Además, se le acusa de haber frustrado intentos de Estados Unidos para normalizar relaciones entre Israel y Arabia Saudí, atribuyendo esta acción al rechazo del ministro de Seguridad Nacional y líder de Poder Judío, Itamar Ben Gvir. La oficina de Netanyahu niega la veracidad de estas acusaciones, calificándolas de “desacreditadas”.
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La defensa de la oficina de Netanyahu
La comunicación oficial de la oficina del primer ministro israelí presenta una detallada defensa de su gestión y liderazgo, especialmente en materia de seguridad y estrategia militar.
Logros militares y estratégicos
La oficina atribuye directamente a Netanyahu la “detonación de los buscas de Hezbolá”, la “destrucción de sus reservas de misiles”, la “destrucción del armamento de Bashar Al Assad”, la “eliminación de los jefes terroristas de Hamas y Hezbolá” y, “sobre todo, la acción contra los programas nuclear y de misiles balísticos de Irán”. Se asegura que estos programas buscaban la aniquilación de Israel.
La defensa subraya que Netanyahu no fue un “espectador pasivo” de estos logros, sino el líder que los consiguió, “a menudo a pesar de las reservas de altos cargos del sistema de defensa que le pedían capitular ante los dictados de Hamas y poner prematuramente fin a la guerra”. De haber cedido, según la oficina, “Hamas, Hezbolá, el régimen de Al Assad y los programas nuclear y de misiles de Irán seguirían intactos a día de hoy”.
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Negociaciones de rehenes y política interna
Respecto a las acusaciones sobre acuerdos de rehenes, la oficina de Netanyahu afirma que “el año pasado no había ningún acuerdo viable”. Precisa que el primer ministro solo aceptó los acuerdos de liberación que consideró aceptables, “incluso cuando sus socios de coalición votaron en contra”. La comunicación concluye reiterando que Benjamin Netanyahu “nunca se ha preocupado de su supervivencia política, sino de la supervivencia de su país”, cumpliendo su misión de “garantizar el futuro el único Estado judío”.
La oficina se mantiene firme en que las decisiones sobre la guerra y los acuerdos responden únicamente a imperativos de seguridad nacional, no a cálculos políticos personales.
