
El mundo amaneció en silencio. En la mañana del 21 de abril, el Vaticano confirmó la muerte del Papa Francisco. La causa: un derrame cerebral.
El último adiós al Papa que cambió la Iglesia
A las 7:35 de la mañana, en su residencia de Santa Marta, el Papa Francisco falleció. La noticia fue confirmada por el cardenal Kevin Farrell en un comunicado de apenas un minuto que estremeció al mundo católico.
La imagen del Pontífice, apenas 24 horas antes, bendiciendo desde el balcón de San Pedro en la misa de Pascua, ahora toma un cariz distinto: fue su última aparición pública. Su presencia, en silla de ruedas y sin cánulas nasales, fue interpretada por muchos como un gesto de fortaleza. Hoy, parece una despedida.
“El Obispo de Roma ha vuelto a la casa del Padre”, declaró Farrell.
¿De qué murió el Papa Francisco?
La causa oficial de la muerte fue un ictus, también conocido como derrame cerebral. El Vaticano detalló que Francisco sufrió un colapso cardiovascular irreversible tras caer en coma.
Según el certificado médico difundido por la Santa Sede:
“Su Santidad Francisco falleció por un derrame cerebral, coma y colapso cardiovascular irreversible”.
Un accidente cerebrovascular es una condición crítica: cuando el flujo de sangre al cerebro se interrumpe, las neuronas mueren por falta de oxígeno. En el caso del Papa, las secuelas fueron devastadoras.
Una salud frágil desde joven
Jorge Mario Bergoglio, nacido en Buenos Aires en 1936, vivió siempre acompañado de desafíos de salud. A los 21 años le extirparon parte de un pulmón tras una grave infección respiratoria.
En los últimos años, enfermedades respiratorias, dolores de ciático, cirugías de colon y cataratas marcaron su agenda. En 2021, le extirparon 33 centímetros de intestino grueso. En 2023, fue operado de una hernia abdominal.
Ya en 2025, su salud se deterioró drásticamente. El 14 de febrero fue internado por una neumonía bilateral grave, que lo mantuvo 38 días hospitalizado, la estancia más larga de todo su papado.
Un liderazgo que traspasó fronteras
Desde su elección en 2013, Francisco fue el primer Papa jesuita, latinoamericano y no europeo en más de 1300 años. Asumió la dirección de una Iglesia en crisis, y su llegada fue sinónimo de esperanza para millones.
Austero, cercano y directo, renunció a los lujos del Vaticano. Vivía en un pequeño departamento, se cocinaba solo y usaba transporte público cuando era arzobispo.
“Nos enseñó a vivir los valores del Evangelio con fidelidad, valentía y amor universal”, expresó Farrell.
Su pontificado estuvo centrado en la lucha por los pobres, la inclusión social, la ecología y la reforma institucional del Vaticano.
Momentos históricos de su papado
Francisco fue protagonista de eventos históricos que marcaron un nuevo rumbo:
- Acuerdo entre Estados Unidos y Cuba (2014): facilitó el restablecimiento de relaciones diplomáticas.
- Apoyo al proceso de paz en Colombia (2016).
- Encuentro ecuménico en La Habana con el Patriarca Kiril (2016): primera reunión entre líderes de iglesias cismáticas en casi mil años.
- Plegaria por la paz en Medio Oriente junto a Simón Peres y Mahmud Abás en 2014.
Publicó cuatro encíclicas claves:
- Lumen Fidei (2013)
- Laudato Si (2015): la primera sobre ecología
- Fratelli Tutti (2020): sobre la fraternidad humana
- Dilexit nos (2024): sobre el amor divino
También sorprendió al mundo en 2020 con el documental Francesco, donde expresó su apoyo a las uniones civiles para parejas homosexuales.
Sus últimas palabras al mundo
En su mensaje de Pascua, un día antes de morir, llamó al cese del fuego en Gaza y pidió la liberación de rehenes. Fue una plegaria intensa por la paz.
“La paz no es posible sin un verdadero desarme”, escribió, en lo que muchos consideran su último gran mensaje.
Su decisión de subirse al papamóvil ese mismo día fue leída como un acto simbólico, una forma de acercarse una vez más a los fieles.
La conmoción global por su partida
Miles de personas comenzaron a congregarse en la Plaza de San Pedro apenas se conoció la noticia. Las campanas comenzaron a sonar en señal de luto, mientras las televisoras del mundo transmitían en directo desde Roma.
Su prima, Carla Rabezzana, habló entre lágrimas desde Portacomaro:
“No puedo ni hablar. Es una noticia terrible. Siento tanto dolor”.
El legado de un Papa diferente
Francisco transformó el estilo y la percepción del papado. Desde elegir el nombre de Francisco —por San Francisco de Asís— hasta impulsar reformas estructurales como la Constitución Apostólica “Praedicate Evangelium” (2022), su pontificado quedará como un parteaguas.
Fue un Papa más político que teológico, cercano a los medios, con vocación de mediador global. El primero en asistir a una cumbre del G7 (junio de 2024), aunque también debió ausentarse por salud de la COP28 en Dubái.
¿Y ahora qué sigue para la Iglesia?
La muerte del Papa Francisco abre un periodo de sede vacante. El cónclave que elegirá a su sucesor estará inevitablemente marcado por su legado. ¿Seguirán su línea reformista? ¿Habrá un nuevo líder del sur global?
Su último libro, Esperanza, publicado en 2025, será seguramente un faro para entender su visión. El título no es casualidad: Francisco siempre creyó en la esperanza como motor de cambio.
Francisco no solo fue el Obispo de Roma. Fue la voz de los que no tenían voz. Con su muerte, el mundo no pierde solo a un líder religioso, sino a un referente moral de escala planetaria.
¿Será recordado como el Papa que humanizó el papado? Todo indica que sí. Pero más allá de los títulos, su legado ya está sembrado en el corazón de millones.