Lo de la elección de los comités seccionales en Morena, que empieza mañana, en lugar de generar certezas, provoca incertidumbre sobre la viabilidad del partido en la entidad.
Y es que esta tarea está a cargo de militantes denominados Coordinadores Operativos Territoriales (COT o Cots), que son trabajadores asalariados del partido y que en todo el estado son unos 108.
El detalle de estos Cots, es que también estuvieron o están a cargo de la campaña de afiliación, que en Quintana Roo, más que al partido, estuvo dirigida a un destinatario.
No sobra mencionar que en los hechos, la campaña de afiliación tuvo como «jefe» al expriista, Julio Durán.
Es decir, que se buscó que los nuevos afiliados no sólo sumen a favor de Morena, sino en favor de la fuerza ya de por sí dominante en el cuatroteísmo caribeño.
Y ahora, estas asambleas seccionales, también están organizadas por los Cots, que responden a los intereses del patrón laboral y político.
Por cierto, estos Cots además están coordinados por los llamados «mentores», que en muchos de los casos son funcionarios públicos.
El resultado es previsible: los comités seccionales no reflejarán todo el espectro de Morena, sino sólo una fuerza.
Y, el efecto final, es que estos comités serán coprotagonistas en la definición de precandidaturas para tooodos los cargos de elección popular.
Los dados cargados desde la afiliación y los seccionales.
Y había quien decía que la estructura de comités seccionales de Morena no estaba adoptando prácticas del PRI.