La política mexicana vivió hoy un tenso episodio en el senado, con una agresión contra Gerardo Fernández Noroña. La dirigencia de Morena, a través de Luisa María Alcalde, condenó firmemente lo sucedido, señalando al PRIAN y a Alejandro Moreno Cárdenas como responsables de la violencia política, exacerbando la polarización del congreso.
Tensión en el senado: la confrontación entre Noroña y Alito Moreno
La tarde del miércoles 27 de agosto de 2025, en la ciudad de México, el senado fue escenario de un altercado físico que elevó la ya tensa polarización política nacional. Al concluir la sesión del congreso, se desató un enfrascamiento verbal que escaló rápidamente a los empellones.
El senador y dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, conocido como “Alito”, y el presidente de la mesa directiva del senado, Gerardo Fernández Noroña, protagonizaron la confrontación. La disputa, una tanda de empellones, no solo involucró a los legisladores, sino que también a un empleado del senado, evidenciando la escalada de la crispación política dentro del recinto legislativo.
Morena condena la agresión y critica la «vieja política»
La dirigencia nacional de Morena reaccionó de inmediato a la violencia y las agresiones contra el presidente del senado, Gerardo Fernández Noroña, y otros morenistas. Luisa María Alcalde Luján, presidenta de Morena, fue contundente en su condena pública.
Alcalde Luján manifestó que “lo sucedido hoy en el senado muestra de cuerpo entero al PRIAN y a Alito Moreno”. Según la líder morenista, la actuación de la oposición “siempre ha sido autoritaria, intolerante y corrupta”, trazando una clara línea entre ambos bandos políticos y atribuyendo la responsabilidad al PRIAN.
La presidenta de Morena contrastó esta actitud con la filosofía de su movimiento al afirmar: “mientras lo peor de la política se hunde en el rencor y la violencia, en Morena seguimos avanzando en la transformación del país”.
Este incidente subraya la creciente polarización en el congreso mexicano y plantea serias interrogantes sobre el nivel de diálogo y respeto entre las diferentes fuerzas políticas. ¿Es esta una muestra del desgaste de la vieja política o un presagio de tensiones aún mayores en el futuro del país?