Según el Anuario 2025 del Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI), nueve países iniciaron programas intensivos de modernización nuclear en 2024. Esta evaluación anual destaca una posible inversión en la tendencia histórica a la reducción de los arsenales.
Estado actual de los arsenales nucleares mundiales
El Anuario 2025 del SIPRI presenta una evaluación del estado del armamento, el desarme y la seguridad internacional. Una de sus principales conclusiones indica que nueve países poseen armas nucleares.
Si bien el número total de cabezas nucleares ha disminuido drásticamente desde un pico de 64.000 a mediados de la década de 1980, la tendencia a la baja parece estar por revertirse.
Según los investigadores del SIPRI, se calcula que había 12.241 cabezas nucleares en el mundo en enero de 2025. La mayoría de estas se encontraban en arsenales militares.
Los datos específicos indican:
- 3.912 ojivas desplegadas en misiles y aviones.
- 2.100 de esas ojivas mantenidas en estado de alerta operativa elevada en misiles balísticos.
El informe señala que casi todas las cabezas en alerta operativa pertenecían a Rusia o Estados Unidos, aunque es posible que China también tenga algunas instaladas en misiles.
Entre los Estados con armamento nuclear -Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia, China, India, Pakistán, Corea del Norte e Israel-, Rusia y Estados Unidos poseen el 90 por ciento de este poderío.
La intensificación de la modernización nuclear
Dan Smith, director del SIPRI, comenta a DW que lo más preocupante es ver “los primeros signos de inversión de las cifras, que hasta ahora tendían a la reducción a largo plazo”.
Desde el colapso de la Unión Soviética en 1991, el desmantelamiento de cabezas nucleares superó al despliegue de nuevo arsenal. Sin embargo, los países con armamento nuclear actualizan habitualmente sus capacidades. Smith afirma que se ha producido una intensificación de este proceso desde finales del último mandato del expresidente estadounidense Barack Obama, con mayor inversión en nuevas generaciones de misiles y portaaviones.
Cambios en el panorama geopolítico y acuerdos
Los analistas del SIPRI advierten que cada vez más Estados se plantean desarrollar o albergar armas nucleares. Esto incluye acuerdos para compartirlas.
Rusia afirma haber desplegado armas nucleares en territorio bielorruso. Al mismo tiempo, varios Estados europeos miembros de la OTAN se han mostrado dispuestos a albergar armas nucleares estadounidenses.
La marea de inseguridad ha crecido. Smith señala que desde 2007 hasta febrero de 2022, ha habido un deterioro. El presidente ruso, Vladimir Putin, arremetió en 2007 contra el orden mundial, la expansión de la OTAN y el desarme.
Dos años después, Obama anunció en Praga el objetivo del desarme nuclear total. Declaró que “La existencia de miles de armas nucleares es el legado más peligroso de la Guerra Fría”. EE.UU. negociaría el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (Nuevo START) con Rusia, el cual entró en vigor en 2011.
Sin embargo, tras la invasión de Ucrania en febrero de 2022, la administración Biden identificó la modernización del arsenal nuclear estadounidense como prioridad en su Revisión de la Postura Nuclear de 2022. Por su parte, en febrero de 2023, Vladimir Putin firmó un proyecto de ley para detener la participación de Rusia en el tratado Nuevo START.
El crecimiento del arsenal chino y nuevos riesgos
El SIPRI calcula que China tiene ahora al menos 600 cabezas nucleares y que su arsenal crece más rápido que el de cualquier otro país. Smith menciona que “China lleva 30 años aumentando cada año su gasto militar”.
En su introducción al Anuario 2025, Smith advierte sobre la perspectiva de una nueva carrera armamentística nuclear. Esta conlleva “mucho más riesgo e incertidumbre” que la Guerra Fría, en parte debido al auge de la inteligencia artificial (IA) y las nuevas tecnologías en capacidades cibernéticas y espaciales.
Smith afirma que la próxima carrera armamentística nuclear tendrá tanto que ver con la inteligencia artificial, el ciberespacio y el espacio exterior como con los misiles o las bombas.
La inteligencia artificial y el riesgo de ataque
La IA complica la cuestión del control y supervisión de las armas nucleares. Permite procesar mucha información rápido, lo que, en teoría, ayudaría a la toma de decisiones. No obstante, un pequeño fallo técnico podría desencadenar un ataque nuclear.
Smith alerta que “tiene que haber una línea roja con la que probablemente todos los líderes políticos y militares también estén de acuerdo: que la decisión sobre el lanzamiento nuclear no pueda ser tomada por la inteligencia artificial”.
En resumen, los arsenales nucleares del mundo se están ampliando y modernizando. El crecimiento del arsenal chino y los nuevos riesgos asociados a la tecnología, como la IA, plantean desafíos significativos para la seguridad global según el SIPRI.
