
La cámara de diputados se alista para avalar una propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo que permitiría a militares activos entrar en política mediante una licencia especial. La medida, vista con recelo, busca reformar la ley de la guardia nacional y permitirles cargos públicos o de elección popular.
La propuesta clave en diputados
Una iniciativa enviada por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo propone la expedición de la nueva Ley de la Guardia Nacional (GN).
Esta iniciativa, derivada de la reforma de 2024 que ordenó la transferencia de la GN a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), plantea diferentes tipos de licencias para el personal militar activo de la Guardia Nacional.
Tipos de licencias para el personal militar
El Artículo 44 de la nueva Ley de la Guardia Nacional, relacionado con la situación de sus integrantes, propone cuatro tipos de licencias para el personal activo de este organismo militar:
Ordinaria
Ilimitada
Especial
Por edad límite
Dado que la reforma de 2024 ordenó que la GN esté integrada totalmente por personal militar, estos permisos aplican de facto a integrantes de la Sedena.
La controvertida licencia especial
La licencia “especial” destaca en la propuesta. La iniciativa de la mandataria mexicana plantea que solo la persona titular del Ejecutivo Federal o el titular de la Sedena tendrían la facultad de conceder o negar esta licencia.
En caso de ser concedida, la licencia sería únicamente para desempeñar una tarea específica señalada en el permiso.
Escenarios de uso de la licencia especial
Este permiso especial contempla tres escenarios:
Desempeñar cargos de elección popular: Aunque el texto es ambiguo y no especifica si se refiere a participar como candidatos a jueces, legisladores o incluso competir en una elección presidencial.
Desempeñar una actividad ajena a la Guardia Nacional: Cuando el presidente de la república los nombre para una tarea civil específica.
- Servir como público en dependencias del gobierno: Se abre la puerta para que puedan desempeñar actividades o empleos civiles en dependencias del Ejecutivo Federal, gobiernos estatales, municipios, organismos descentralizados o empresas de participación estatal.
Estas actividades o empleos requerirían separarse temporalmente de sus funciones de seguridad pública.
Los permisos especiales se concederán cuando se justifique, sin goce de haberes, excepto si el presidente de la república ordena la tarea específica.
Reincorporación al servicio
La reincorporación de los elementos al servicio militar quedará a disposición de la Sedena o cuando la persona titular del Ejecutivo Federal lo decida.
Alerta desde la oposición
La coordinadora de Movimiento Ciudadano en la Cámara de Diputados, Ivonne Ortega Pacheco, alertó que esta reforma, y en específico este artículo, es sumamente grave.
Consideró que busca politizar al ejército e incluso podría dar paso a un “golpe de estado”.
Ortega Pacheco recalcó que esta licencia especial solo la podrá otorgar el alto mando (la presidenta o presidente en su momento o el secretario de la defensa) para competir en cargos de elección popular o ser funcionarios en cualquier nivel de gobierno o encomienda ajena a su función militar.
Destacó la gravedad de abrirles la puerta a la política, argumentando que los elementos del ejército activo no están para puestos de elección popular o para ser populares, sino para defender al país.
Alertó sobre el riesgo de imponer militares activos en cargos como gobernadores, legisladores o en el Poder Judicial, ya que la iniciativa no marca que pasen por un proceso de elección. Subrayó que la iniciativa señala que es “para desempeñar cargos de elección popular”, sugiriendo que podrían nombrar a un general en lugar de un gobernador o un general en el Poder Judicial.
Aunque reconoció que los generales puedan estar bien preparados, afirmó que se capacitan para defender a la nación, no para ejercer cargos públicos.
La iniciativa redefine el papel del personal militar activo, pero las advertencias sobre la posible politización de las fuerzas armadas y sus implicaciones, incluso sobre escenarios extremos, resuenan en el debate legislativo.