
Redacción/CARIBE PENINSULAR
CIUDAD DE MÉXICO.- Integrantes de la diversidad sexual y de género exigieron al gobierno que nos tomen en cuenta todos los días del año, no sólo el 28 de junio, Día Internacional del Orgullo LGBT+. Advirtieron que la omisión también es violencia y ante la discriminación y agresiones que padecen constantemente, el silencio es complicidad.
En la edición 47 de la multitudinaria Marcha del Orgullo LGBT+ de la Ciudad de México, cuyo recorrido fue del Ángel de la Independencia al Zócalo, reconocieron que este es un día de fiesta, pero sobre todo de protesta, por lo que se pronunciaron en contra de la mercantilización perversa de la movilización. La calle es nuestro espacio de protesta y no de propuestas superficiales. Nuestra marcha no se compra, no se vende, defendieron.
Este año, diversas empresas enviaron grupos para promocionar sus marcas, entre ellas, de mensajería, laboratorios, seguros, condones y cadenas de hoteles, que se mezclaron con los contingentes de activistas e integrantes de algunas dependencias como la Secretaría de Economía, instancias de la administración capitalino y organismos internacionales como ONU Mujeres y Amnistía Internacional.
Los organizadores llamaron a quienes se definen como personas aliadas del movimiento a que lo demuestren mediante compromisos verificables: apoyando a organizaciones que atienden violencia estructural en contra de sus poblaciones, llevando a cabo proyectos comunitarios y acciones para eliminar prácticas discriminatorias.
Como cada año, los colores del arcoíris estuvieron presentes en múltiples formas: banderas, abanicos, sombrillas, vestimentas, gorras y hasta en tatuajes, inundaron la avenida Reforma y la música electrónica, pop y las batucadas dieron el toque festivo a la manifestación, cuyos protagonistas se vistieron de drag queens, ángeles, gatitas, pikachus, luchadores, capitanes de navío, reinas y reyes, tritones, faraones, vaqueros y charros, entre otros.
Denuncian a Conapred y a su titular
En el Ángel de la Independencia, activistas del Comité IncluyT, uno de los organizadores de la marcha, denunciaron que el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) y su presidenta Claudia Morales Reza ignoran y rechazan a la diversidad sexual y de género, ya que no atiende las quejas y revictimiza a quienes acuden al organismo a buscar protección. Ayer el Conapred sólo emitió un breve mensaje en sus redes sociales para reafirmar su compromiso con la igualdad y la no discriminación.
Con información de La Jornada