A pesar de que el país ha experimentado la velocidad de reducción de la pobreza más alta en los últimos ocho años (2016-2024), México está lejos de cumplir el objetivo uno de la Agenda 2030. La iniciativa Acción Ciudadana Frente a la Pobreza advierte que, de mantenerse el ritmo actual, el país está atrasado para lograr reducir la pobreza a la mitad en 2030, especialmente en grupos vulnerables y en al menos 14 entidades federativas, incluida la Ciudad de México.
La paradoja de la reducción de la pobreza y la agenda 2030
El diagnóstico presentado por Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, iniciativa creada por más de 60 organizaciones de la sociedad civil mexicana, subraya que la erradicación total de la pobreza, a menos del 2 por ciento —similar a los países industrializados—, está muy lejos de ser una realidad para todos los grupos de la población.
Rogelio Gómez-Hermosillo, presidente ejecutivo de la iniciativa, enfatizó la gravedad del panorama.
> “No minimizamos la reducción de la pobreza en México en los últimos ocho años, pero cantar victoria no nos parece la posición correcta porque aunque se mantenga la velocidad lograda, hay grupos de población vulnerables, hay carencias y hay 14 entidades federativas, incluida la Ciudad de México, que no logran reducir la pobreza a la mitad en 2030”, sostuvo.
El especialista reconoció que si no se toman rutas efectivas, “este país no va a erradicar la pobreza nunca”, y que mantener el ritmo actual de reducción “no es fácil”.
Los tiempos de espera: Metas incumplibles para 2030
La Agenda 2030, un plan de acción de la ONU con 17 objetivos de desarrollo sostenible (ODS) para crear un mundo más justo y sostenible, tiene como objetivo uno el fin de la pobreza. Su meta 1.2 establece reducir a la mitad la pobreza entre 2015 y 2030 en todas sus formas y para todos los grupos geográficos. Sin embargo, los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y el análisis de Acción Ciudadana exponen un rezago temporal crítico:
- Seguridad social: Para reducir a la mitad la carencia por acceso a la seguridad social, que es la carencia más alta, se requieren 39 años, es decir, hasta 2064. Erradicarla tomaría 222 años.
- Población indígena: Para que la pobreza de las personas indígenas baje a la mitad se requieren 22 años, hasta 2047.
- Niños (primera etapa de vida): Se requieren 16 años, hasta 2041.
- Jóvenes: Se requieren siete años, hasta 2032.
Para la erradicación total (llegar a menos del 2 por ciento), las cifras son aún más alarmantes:
| Grupo de población | Años requeridos para erradicar la pobreza |
| :— | :— |
| Indígenas | 152 años |
| Niños | 84 años |
| Adolescentes | 75 años |
| Jóvenes | 62 años |
Retrasos críticos en entidades y carencias sociales
El diagnóstico revela que 14 entidades federativas, incluyendo la Ciudad de México, no lograrán reducir la pobreza a la mitad para 2030. El panorama geográfico presenta grandes desafíos, especialmente en el sur-sureste.
- Entidades más atrasadas para reducir la pobreza a la mitad: Guerrero (32 años), Chiapas (26 años) y Campeche (18 años).
- Erradicación total por estado: 25 estados se llevarían desde 29 a más de 100 años; 10 entidades tardarán entre 29 y 50 años; 12, entre 51 y 96 años; y tres, los más atrasados, más de 100 años.
La ruta crítica propuesta: Más allá de las transferencias
En vísperas del 17 de octubre, Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, Lucila Servitje, del consejo directivo de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, señaló las rutas necesarias para superar las inercias de exclusión, siguiendo el criterio esencial de la Agenda 2030 de “no dejar a nadie atrás”.
Las acciones urgentes requieren:
- Romper con las inercias de exclusión y marginación de zonas indígenas y rurales, así como del sur sureste, mujeres y jóvenes.
- Garantizar bienes y servicios públicos de calidad para enfrentar las carencias y asegurar derechos sociales.
- Armonizar y equilibrar el desarrollo económico inclusivo con el desarrollo sustentable.
Servitje subrayó que para enfrentar las carencias sociales y erradicar la pobreza, “no bastan las transferencias monetarias”. El cambio requiere la participación social, el diálogo y la concertación de actores desde los territorios.
Contexto económico y político
La reducción de la pobreza en México ha sido un tema recurrente en la agenda pública reciente. Se ha reconocido la baja de pobreza en México por parte de la ONU y el Banco Mundial, y se ha registrado la mayor reducción de pobreza en los últimos seis sexenios. La clase política ha tomado nota de estos avances:
- Sheinbaum: Ha señalado que la reducción de pobreza y desigualdad marcan el fin de la “oscura noche del neoliberalismo”.
- Brugada: Busca que los Polos de Desarrollo lleguen a la Ciudad de México.
En el ámbito económico, los mercados en estados unidos resienten problemas de bancos regionales, mientras que en México el principal índice accionario mexicano avanzó 1.47 por ciento, equivalente a 907.02 puntos, para cerrar en las 62 mil 544.56 unidades, acercándose nuevamente a niveles récord, apoyado por el dólar.
Finalmente, en el debate legislativo, se informó que se presentará la iniciativa “México País Innovación” para impulsar empresas generadoras de software. Detalló que hay más de 70 empresas locales dedicadas a diseñar software y creadores de inteligencia artificial generativa.
Mientras tanto, se ha concedido una tregua a las refresqueras “para recomponer la relación con el sector económico del país”, según Monreal, respecto al ajuste del IEPS. Este ajuste ha sido criticado por las bancadas de Movimiento Ciudadano, del Partido Acción Nacional (PAN) y del Partido Revolucionario Institucional (PRI). El panista Paulo Gonzalo Martínez López incluso subió a tribuna para señalar que con el incremento del impuesto una botella de Coca Cola pasaría de costar 44 a 53 pesos, lo que supondría un “golpe directo” para los bolsillos de las familias.
El desafío de la Agenda 2030 no es solo un tema de voluntad política, sino de implementación de estrategias estructurales que trasciendan las transferencias monetarias. Si la inercia actual se mantiene, la promesa de no dejar a nadie atrás se postergará hasta bien entrado el siglo XXII para los grupos más vulnerables del país, poniendo en tela de juicio la efectividad real del combate a la desigualdad.