
En un México marcado por la búsqueda incansable de desaparecidos y el eco de una violencia que no cede, Amnistía Internacional (AI) lanza una advertencia que retumba en todo el país: los derechos humanos siguen bajo asedio.
Mientras las madres buscadoras arriesgan la vida entre fosas clandestinas, el Estado mexicano enfrenta señalamientos críticos de impunidad y militarización, agravando una situación ya alarmante.
Las heridas abiertas: desapariciones y violencia contra buscadoras
El rostro de la tragedia: 29 buscadoras asesinadas
La directora ejecutiva de AI México, Edith Olivares Ferreto, subrayó en su presentación que desde 2011 han sido asesinadas 29 personas que buscaban a sus familiares desaparecidos, incluyendo cuatro en 2025. Estas cifras son un reflejo brutal de la violencia estructural que viven las familias mexicanas.
“El Estado mexicano tiene el deber de garantizar su seguridad”, remarcó Olivares, haciendo eco del clamor de miles de mujeres que, pese al miedo, siguen excavando la verdad con sus propias manos.
Impunidad como norma
AI denuncia que las investigaciones sobre estos asesinatos son escasas o ineficientes. La impunidad, en vez de ser la excepción, parece haberse normalizado, debilitando aún más el tejido social.
- Falta de investigaciones profesionales
- Ausencia de protección efectiva para buscadoras
- Escaso cumplimiento de estándares internacionales
La exigencia es clara: investigaciones reales, no simulaciones.
Militarización de la seguridad: una amenaza persistente
“Transformación” militarizada
Olivares Ferreto advirtió que la “transformación” prometida en México ha implicado una creciente militarización de la seguridad pública, lo que ha derivado en más violaciones a los derechos humanos.
“La transformación debe poner en el centro la vigencia y respeto de los derechos humanos de todas las personas”, afirmó la directora de AI.
Violaciones cometidas por fuerzas armadas
Durante 2024, la Guardia Nacional y las fuerzas armadas fueron señaladas por cometer:
- Posibles ejecuciones extrajudiciales
- Criminalización de la protesta social
- Uso excesivo de la fuerza contra manifestantes
A pesar de las denuncias, la impunidad sigue predominando.
Derechos de género: feminicidios y transfeminicidios
Violencia de género sin freno
Amnistía Internacional subrayó que la violencia de género sigue cobrando vidas en México, con altos índices de feminicidios y transfeminicidios.
Aunque hay avances legislativos parciales, la realidad en las calles es distinta:
- Obstáculos para denunciar agresiones
- Criminalización de mujeres y personas trans
- Persistencia de barreras para la despenalización del aborto en muchos estados
Esta situación reafirma la urgente necesidad de políticas públicas efectivas y de voluntad política real.
El contexto internacional: un retroceso global
El “efecto Trump” y la nueva era de represión
La secretaria general de Amnistía Internacional, Agnès Callamard, advirtió que el mundo está entrando en una “nueva era de represión, desigualdad y codicia”.
Señaló que el “efecto Trump” ha incentivado prácticas autoritarias, debilitando los sistemas internacionales de protección de derechos humanos.
Impunidad como incentivo
La falta de consecuencias para los Estados poderosos ha dado carta abierta para que otros gobiernos también vulneren derechos, afectando especialmente a las comunidades más vulnerables.
México en el espejo del mundo: ¿hacia dónde vamos?
Desafíos inmediatos
Para frenar el deterioro de los derechos humanos en México, Amnistía Internacional propone:
- Profesionalizar investigaciones de violaciones a derechos humanos
- Garantizar la protección de personas buscadoras y defensoras
- Limitar la participación militar en tareas de seguridad pública
- Implementar políticas de género integrales
La responsabilidad del Estado
La responsabilidad principal recae sobre el Estado mexicano, que debe abandonar la simulación y actuar de forma decidida para proteger la vida y la dignidad de todas las personas.
La importancia de la sociedad civil
En este escenario, el papel de la sociedad civil organizada, periodistas, defensoras y defensores de derechos humanos resulta más crucial que nunca para vigilar, denunciar y exigir cambios reales.
Una llamada urgente a la acción
El informe de Amnistía Internacional es más que una advertencia: es un llamado urgente a defender lo que queda del Estado de derecho en México. Sin cambios estructurales, el país podría profundizar su crisis de derechos humanos en los próximos años.
La pregunta es inevitable: ¿cuántas vidas más se perderán antes de que el Estado mexicano asuma su responsabilidad histórica?